Al menos 27 personas han muerto por causas relacionadas con el clima extremo. Las muertes ocurrieron en Oklahoma, Kentucky, Missouri, Tennessee, Wisconsin, Kansas, Nebraska, Ohio, Nueva York, Colorado y Michigan, según ABC News.
Las nevadas con efecto de lago a favor del viento de los Grandes Lagos continuarán hasta el domingo, según el Servicio Nacional de Meteorología (NWS).
Los viajes aéreos estaban mejorando. El secretario de Transporte, Pete Buttigieg, dijo en Twitter que alrededor del 20% de los vuelos del viernes, unos 6,000 en total, fueron cancelados. Los viajes aéreos estaban regresando lentamente, pero instó a la paciencia. Más de 3,300 vuelos fueron cancelados en EE.UU. el sábado, según FlightAware.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, ordenó a la Guardia Nacional que respondiera a las emergencias causadas por el ciclón bomba en algunas zonas del estado y las unidades se dirigían a las partes más afectadas de la región.
La gobernadora dijo que se realizaron numerosos rescates durante la noche en el área de Buffalo, en algunos casos con quitanieves que sacaron a los automovilistas varados de sus automóviles y los llevaron a centros de calentamiento.
Desde Texas hasta el centro de Florida hay áreas que están bajo una advertencia de heladas fuertes desde el sábado por la noche hasta el domingo.
Se pronostica lluvia y lluvia helada para el domingo en el noroeste del Pacífico, incluidas partes de Washington, Oregón e Idaho. Los vientos helados por debajo de cero continuarán en gran parte del centro y noreste del país.
La tormenta que el Servicio Nacional de Meteorología describió como de “una vez en una generación” comenzó el jueves y se espera que dure hasta el fin de semana de Navidad, y que finalmente cubra un área de unas 2,000 millas en gran parte del país.
La zona de peligro se extendía desde Canadá hasta México y desde el estado de Washington hasta Florida.
