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martes, octubre 15, 2024

Sicario disfrazado de repartidor ingresó a colegio en Perú y mató a un profesor frente a sus alumnos

El distrito de Ate, ubicado en la ciudad de Lima, Perú, y uno de los 13 distritos declarados en emergencia desde el pasado 26 de septiembre, fue escenario de un terrible crimen.

Todo ocurrió en el interior de un colegio y a la hora en que decenas de estudiantes se encontraban en el plantel. La víctima era un profesor que impartía la materia de Comunicación y fue identificado como Julio César Pacheco.

Una vez adentro del plantel se acercó al profesor, preguntó por él mencionando su nombre y, tras reconocerlo, le disparó frente a varios de sus estudiantes.

Por su parte, un vecino de la zona reveló al sitio de noticias RPP que, previo al crimen, vio al agresor dando varias vueltas a bordo de una motocicleta.

Además, indicó que el hecho causó alarma entre los estudiantes, pues el asesinato ocurrió en pleno horario escolar.

“Entró de frente a buscar al profesor, los niños salieron corriendo por la desesperación, porque pudo haberles caído una bala”, dijo.

Suspenden clases

Tras este lamentable hecho, el Ministerio de Educación emitió un comunicado para informar que se suspenderán las actividades en el colegio durante tres días y los alumnos recibirán clases vía remota.

Asimismo, mostró su condena enérgica por este crimen y aseguró que el Gobierno no tolera “actos de terror” en los espacios educativos.

“Expresamos nuestras condolencias y nos solidarizamos con la familia del profesor Julio César Pacheco, quienes hoy enfrentan una pérdida irreparable”, agregó el mensaje.

Por último, aseguró que se han activado “todos los protocolos de seguridad y acompañamiento para los estudiantes, docentes y personal administrativo”.

Poco después del crimen, el ministro de Educación, Morgan Quero, se desplazó hasta la escuela, donde fue recibido por un grupo de madres que le reclamaron por la falta de seguridad.

“No queremos su saludo, queremos seguridad”, le dijeron los padres al ministro, a quien reclamaban “acciones” y no “palabras”.

 

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