Después de algunos años, el expresidente de la nación de nueva cuenta se encontró cara a cara con Stephanie Clifford, exactriz del cine porno conocida como Stormy Daniels y a quien presuntamente le pagó para mantener en secreto una relación que sostuvieron.
Sin embargo, al escuchar cómo la mujer de Luisiana ventilaba detalles de la aventura que sostuvieron en el pasado, Donald Trump lucía bastante incómodo.
En primera instancia, señaló que fue a través de Keith Schiller, guardaespaldas del magnate neoyorquino, como la contactaron para reunirse con Donald Trump, quien presuntamente sólo deseaba conocerla y cenar con ella.
No obstante, una vez que arribó a la suite del hotel donde fue citada, la situación cambió por completo.
Presuntamente, su charla con el multimillonario giró en torno a diversos temas que presuntamente a él le interesaban conocer.
“Me preguntó cómo me involucré en el negocio del entretenimiento para adultos. Estaba muy interesado en cómo pasé de ser simplemente una estrella porno a escribir y dirigir”, rememoró.
En algún momento, Clifford señala que tuvo necesidad de ir al baño y al salir de éste, se dio cuenta de que el neoyorquino ya se encontraba sobre la cama únicamente portando una camiseta y su calzoncillo.
“Al principio me sobresalté, como si me asustara un salto. No esperaba que hubiera alguien allí, especialmente sin tanta ropa. La intención era bastante clara: alguien se quedó en ropa interior y posa para ti.
Se paró entre la puerta y yo. No de manera amenazante. No vino hacia mí, no se abalanzó sobre mí. Nada de eso”, indicó.
Luego de tener relaciones, Stormy Daniels afirma que deseaba retirase lo más rápido posible del lugar.
“Le dije a muy pocas personas que realmente habíamos tenido relaciones sexuales porque me sentía avergonzado por no haberlo detenido”, confesó.
Al respecto, también aclaró que Trump no usó condón y que el encuentro íntimo entre ambos fue breve.
Ante lo acalorada de las revelaciones, el juez Merchan les señaló a los fiscales que ciertas descripciones quizá resultaban irrelevantes para el proceso.
“Creo que el grado de detalle que hemos estado analizando aquí es simplemente innecesario”, enfatizó.
