Tras confirmarse la detención del capo, Anne Milgram, directora de la DEA, destacó que “el arresto de Ismael Zambada García, mejor conocido como “El Mayo”, uno de los presuntos fundadores y líderes del Cártel de Sinaloa, es un golpe al corazón del cártel (de Sinaloa) que es responsable de la mayoría de las drogas, incluido el fentanilo y la metanfetamina, que matan a estadounidenses de costa a costa”.
A diferencia de otros líderes del narcotráfico, como Joaquín “El Chapo” Guzmán, Zambada había mantenido un perfil bajo. Su capacidad para evitar la atención mediática y las confrontaciones le habían permitido evadir la captura, convirtiéndose, según expertos, el mayor capo de la droga del mundo y, sin duda, el más influyente de América.
Supuestamente, Zambada pensaba que iba a inspeccionar aeródromos clandestinos en México, pero el avión se desvió a Texas, donde él y el hijo de “El Chapo” fueron detenidos en la pista.
De acuerdo a Anne Milgram, “‘El Mayo’ es uno de los fugitivos más buscados por la DEA y está bajo custodia esta noche y pronto enfrentará la justicia en un tribunal de justicia de Estados Unidos”.
“Joaquín Guzmán López, otro presunto líder del Cártel de Sinaloa, e hijo de ‘El Chapo’, también fue arrestado; su arresto es otro golpe enorme para el Cártel de Sinaloa. En 2017, él y sus hermanos, los Chapitos, supuestamente tomaron el control del Cártel de Sinaloa después de que “El Chapo” fuera extraditado a los Estados Unidos”, describió.
‘El Chapo’ Guzmán cumple una condena de cadena perpetua en la prisión de máxima seguridad ADX en Colorado, mientras Zambada García enfrenta una serie de acusaciones por delitos relacionados con el crimen organizado y el tráfico de drogas.
Sin embargo, Milgram aseguró que la agencia no se detendrá en su lucha contra el crimen organizado, “La DEA continuará buscando justicia para cualquier vida estadounidense que se pierda y trabajará incansablemente para prevenir más muertes innecesarias y perseguir a los responsables”.
En la ficha de la DEA, Zambada aparecía como fugitivo “armado y peligroso” por el que se ofrecía una recompensa de hasta $15 millones de dólares,
Según el Departamento de Estado de EE. UU., Zambada también es dueño de varios negocios legítimos en México, incluida “una gran empresa lechera, una línea de autobuses y un hotel”, así como activos inmobiliarios.
