Foto MP
Ciudad de Guatemala, 18 agosto (Diestra).- La justicia de Estados Unidos, específicamente la corte del Distrito Sur de Florida, reclama en extradición al capo guatemalteco Carlos Amilcar Orellana Donis, conocido como «Chejazo», detenido el 21 de octubre de 2021 en sendos allanamientos judiciales.
El narcotraficante fue detenido en una mansión de su propiedad en la que quedó desvelado la vida ostentosa que tenía, con lujosos carros, grandes cantidades de dinero y armas de fuego que fueron incautadas durante el operativo realizado por agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) y del Ministerio Público (MP).
El entre investigador informó que este jueves junto con agentes de la Policía le notificaron a «Chejazo», detenido en una cárcel que funciona en el cuartel militar Mariscal Zavala, situado en el norte de Ciudad de Guatemala, la solicitud de extradición que presentó Estados Unidos en su contra.
Una investigación realizada por las autoridades identificó un grupo guatemalteco de traficantes de drogas, quienes desarrollaron fuentes de suministro en Colombia y actuaron como inversionistas e intermediarios.
Las pesquisas determinaron que entre 2014 y 2019, el capo guatemaltecos operó como intermediario entre las fuentes de suministro de cocaína y compradores de su país y mexicanos, que luego importaban a EE.UU.
La mansión donde vía «Chejazoo»
A «Chejazo» la justicia estadounidense le imputa os delitos de conspiración para distribuir cinco kilogramos o más de cocaína, con el conocimiento, intención y teniendo causa razonable para creer que dicha droga sería importada ilegalmente hacia los Estados Unidos.
La lujosa mansión en la que vivía el capo guatemalteco está ubicada en el residencial Las Alturas I, n el kilómetro 18 carretera a El Salvado, y las autoridades aseguran que era el jefe de la estructura criminal conocida como «Los Jalpatagua», de la que también fue jefe Jorge Mario Paredes, conocido como «EL Gordo Paredes», detenido y extraditado a EEUU.
La captura del 21 de octubre del 2021 fue ejecutada por los delitos de asesinato, conspiración para asesinato y comercio, tráfico y almacenamiento ilícito de drogas.
«El Chejazo» enfrentó un proceso penal en Guatemala y fue condenado por su implicación, en 2007, en el asesinato de tres diputados salvadoreños al Parlamento Centroamericano (Parlacen)
