El doctor, de 65 años de edad, fue declarado culpable de tres cargos de batería sexual por fraude y dos cargos de penetración sexual de una persona inconsciente. Fue exculpado de tres cargos de batería sexual por fraude, tres cargos de penetración sexual de una persona inconsciente y un cargo de explotación sexual de una paciente.
Los crímenes fueron cometidos entre 2009 y 2018 y la acusación inicial fue en 2019.
El jurado no pudo llegar a un veredicto unánime en tres cargos de batería sexual, cuatro de penetración sexual y dos de explotación sexual.
Se informó que una audiencia para la sentencia fue programada para el 17 de noviembre.
El caso, similar al del ginecólogo de la otra universidad mayor de Los Ángeles, USC, incluyó más de 500 demandas interpuestas contra Heaps y UCLA.
“El trauma que el Dr. Heaps infligió en la gente a la que él juró para cuidar es inmensurable”, dijo el fiscal del condado George Gascón en un comunicado. “Estoy comprometido a ayudar a todas las víctimas de asalto sexual -ya sea que hayan sido víctimas de un doctor, personal escolar o de la élite de Hollywood- y los impulso a contactar al departamento de servicios de víctimas de mi oficina si necesitan ayuda”.
Hace algunos meses se anunció un acuerdo de $374 millones de dólares con 312 pacientes del doctor, tras lo cual la suma de dinero en arreglos con todas sus acusadoras ascendió a cerca de los $700 millones, un récord para cualquier universidad pública del país.
Durante el juicio fueron relatadas historias de víctimas de Heaps según las cuales él las asaltaba, las penetraba con su mano -sin guante- y las estímulaba sexualmente bajo la premisa de estar haciendo examinación médica.
El abogado de Heaps, Lenny Levine, dijo que apelarán el veredicto y defendió a su cliente diciendo que lo que el doctor estaba haciendo realmente era salvar vidas.
“Él es un doctor haciendo su trabajo, o es un monstruo maníaco sexual tratando de tener sexo cada vez que pueda. Esas son sus opciones”, le dijo Levine al jurado en sus argumentos finales, según el relato de Los Angeles Times.
