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viernes, septiembre 20, 2024

Las falsedades sobre la pobreza en Guatemala

Por Olav Dirkmaat yDaniel Fernández  UFM

Los autores del presente artículo son naturalmente alérgicos a las majaderías, por lo que nuestro detector interno de sandeces empezó a dar señales de alarma cuando se hizo trending topic en Twitter una serie de comentarios sobre la incidencia de la pobreza en Guatemala.

La polémica era sobre la siguiente gráfica que posiciona a Guatemala por encima de Haití y Honduras en cuanto a pobreza. Según la gráfica, el 59.3% de la población guatemalteca vive en condiciones de pobreza, mientras en Haití y Honduras es 58.5% y 48% respectivamente.

Algunas personas de la conocida red social sentían que el dato no podría ser correcto (spoiler: efectivamente no es «correcto»). Otras personas veían a los primeros como una especie de «negacionistas» de la miserable realidad en la cual se encuentra Guatemala.

¿De dónde viene el dato de la pobreza en Guatemala?, ¿tiene algún sustento?, ¿es cierto que la pobreza en Guatemala es mayor que en Haití?

La pobreza real en Guatemala

Nadie niega que Guatemala es un país con cifras elevadas de pobreza. Guatemala tampoco es el más país pobre del mundo, pero la incidencia de la pobreza es innegable. Pero que exista pobreza en Guatemala no significa que todos los datos sean igual de dramáticos que una telenovela mexicana.

La pobreza se calcula estableciendo una «línea de pobreza», es decir, un ingreso mínimo de subsistencia. Este mínimo, en el caso de Guatemala, se calcula generando una canasta alimentaria con ciertas similitudes a la canasta básica (aunque no es la misma). Acceder a la composición y costo de la canasta básica es algo relativamente fácil de hacer. Por desgracia, esto no es igualmente cierto para la canasta con la que se calcula la pobreza. Lo que sí sabemos es que se calcula un importe familiar por debajo del cual se considera que una familia promedio no tiene ni siquiera los suficientes ingresos para alimentarse debidamente. Debido a que la canasta es por hogar, se divide el costo de la canasta por el número promedio de integrantes de un hogar para obtener el precio de la canasta por persona.

Luego, a través de una encuesta nacional de ingresos, gastos y otras variables, se calcula qué porcentaje de las personas consume por debajo de la línea de la pobreza, es decir, menos de la canasta básica. El resultado es «la tasa de pobreza».

Esta encuesta nacional se denomina Encuesta de Condiciones de Vida (ENCOVI) y no se realiza todos los años por razones presupuestarias (o, desde otra óptica, por razones de prioridades). La última encuesta que se realizó fue en el 2014.

La manipulación de la línea de pobreza

Intentemos responder ahora la pregunta del millón: ¿es cierto que la pobreza en Guatemala fue del 59.3% en el 2014?, ¿6 de cada 10 guatemaltecos son pobres? La respuesta es un rotundo «no», veamos el porqué.

La tasa oficial de pobreza en Guatemala está falseada (quizá manipulada) por la generación de una línea de pobreza completamente arbitraria: en su momento, esto generaba un aumento «artificial» en los índices de pobreza. Se supone que el incremento en los precios de los alimentos superaba constantemente el crecimiento del PIB real. Esto significaba que los más pobres se hicieran cada vez más pobres por el incremento en el precio de los alimentos (según el INE, la tasa de pobreza pasó de 51% en 2006 a 59.3% en 2014). O, al menos, esto es lo que querían hacernos creer. La evidencia, empero, mostraba todo lo contrario: el ingreso de los guatemaltecos crecía constantemente y lo que es más interesante, el ingreso de los guatemaltecos más pobres crecía a un ritmo todavía más rápido que el del resto de guatemaltecos. Sí, ha visto bien, la desigualdad ha caído a la vez que todos nos hacíamos más ricos. La próxima vez que oiga que los ricos son más ricos y los pobres más pobres que sepa que, al menos en Guatemala, esto es completamente falso.

En realidad, la pobreza sí caía en Guatemala mientras las cifras oficiales nos decían todo lo contrario, lo cual es normal en una economía en expansión. El problema es que el INE estaba calculando mal el precio de los alimentos. En 2017, en UFM Market Trends publicamos un informe donde demostrábamos que la canasta básica alimentaria en Guatemala realmente se podía adquirir por la mitad de lo que afirmaba el INE. Posteriormente, esto llevó a una revisión del cálculo de la canasta básica (que hoy día se conoce como la nueva canasta básica). Sin embargo, estos cambios se dieron muy tarde para el cálculo de la línea de pobreza en 2014. El daño ya había sido ocasionado, con el resultado de una sobreestimación de la pobreza en Guatemala.

También había una tuitera que se quejaba de la «falta de actualización» de los datos, ya que los datos de Guatemala no se actualizan desde 2014. Ya que es muy costoso realizar una encuesta nacional (hay otras prioridades presupuestarias), no podemos calcular la dispersión de ingresos por hogar, y no tenemos datos sobre pobreza actualizados. En muchos países (como Colombia), se realizan encuestas similares todos los años.

¿Qué tan pobre es Guatemala?

La «tasa de pobreza» descrita arriba es muy manipulable, o por lo menos arbitraria, porque depende del cálculo de una canasta alimentaria. Al comparar países, estaríamos comparando peras con manzanas. Es por esta razón que los economistas usamos métricas menos arbitrarias. Por ejemplo, usamos el umbral de $2.15 dólares (antes $1.90) de ingreso por día y persona, en paridad del poder adquisitivo, como una «línea de pobreza (extrema)» internacional.

Este es el desempeño de Guatemala en comparación con los países de la gráfica original:

El Banco Mundial también calcula (con los mismos datos) el poverty gap. La idea es que existe una diferencia cualitativa entre ganar un 10% o un 50% por debajo de la línea de la pobreza. El poverty gap es la diferencia promedio entre el ingreso que tienen las personas pobres y la línea de pobreza. En esta medida, Guatemala sale incluso mejor parada que en la anterior. En otras palabras, el ingreso de los 9.5% de pobres en Guatemala está bastante cerca de la línea de pobreza (es decir, con un ingreso ligeramente superior dejarían de ser pobres).

Como vemos, los datos realmente comparables son bastante más optimistas para Guatemala: el 2.7% de la población (en 2014) está por debajo de la línea de pobreza absoluta. Yo me atrevo a decir que este porcentaje es (bastante) menor en 2022. Según esta medida, Haití, Colombia, Honduras y Venezuela cuentan con más pobreza. Guatemala tendría niveles de pobreza similares a Ecuador y Perú.

También se suele usar otra línea de pobreza de $6.85/día para medir un tipo de pobreza distinto a la pobreza absoluta ($6.85 equivale a más de $200 al mes por persona, no por hogar). Este es el desempeño de Guatemala:

En efecto, en este indicador vemos lo que nadie quiso negar: Guatemala tiene un porcentaje de la población bastante elevado que sufre pobreza, si bien, no pobreza extrema. Sin embargo, Guatemala está lejos, muy lejos, de ser otro Haití. Si vemos algunas cifras no oficiales de pobreza en Venezuela (faro para muchos de los críticos de la situación en Guatemala), la pobreza del país puede llegar hasta la escalofriante cifra del 87%

Es más, en los datos que mostramos la última actualización de cada país juega un papel fundamental en el análisis. Con datos actualizados de pobreza en Guatemala lo más probable es que la pobreza, según el último indicador, sería menor que la de Honduras y cercana a la de Colombia, Perú o Nicaragua (cuestión a parte es la fiabilidad de los datos proporcionados por Nicaragua).

Consecuencias del mal cálculo de la canasta básica

En su momento, en 2016, nos preguntábamos por las consecuencias del cálculo erróneo en el precio de los alimentos por parte del INE. Una de nuestras conclusiones fue que los datos de pobreza se veían «arrastrados» por este error.

A igualdad de circunstancias, calcular canastas de pobreza más caras implica «más pobreza». Cuando se calcula mal la canasta, y esta parece más cara de lo que realmente es, el resultado es una manipulación al alza de la tasa de la pobreza. La tasa de pobreza, especialmente si incrementaba, era la excusa perfecta para conseguir más ayuda internacional para muchas ONG (probablemente lo último que necesita Guatemala para desarrollarse).

En fin, lies, damn lies, and statistics. Ha sido por algo que Sir John James Cowperthwaite, secretario de Hong Kong de 1961 a 1971, se negaba a compilar estadísticas macroeconómicas.

Cowperthwaite argumentaba que estos datos no eran útiles para manejar una economía y, más bien, podrían ser contraproducentes porque presionaba al Gobierno a intervenir en la economía. Declaró: «No tenemos prácticamente ningún uso económico para las estadísticas nacionales, porque no queremos controlar a nuestra economía».

Cuando le preguntaron qué podían hacer los países pobres para mejorar el crecimiento económico, su respuesta fue: «abolir los institutos nacionales de estadística». En nuestro caso, tal vez, tal vez, estaríamos mejor en Guatemala sin estadísticas nacionales de ingreso que, además, muchas veces son dudosas.

Aviso legal: el análisis contenido en este artículo es obra exclusiva de su autor, las aseveraciones realizadas no son necesariamente compartidas ni son la postura oficial de la Universidad Francisco Marroquín

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