MIAMI.- La temporada de huracanes en el Atlántico de 2024 llegó a su punto máximo estadístico el 10 de septiembre, con una actividad más moderada de lo inicialmente pronosticado.A pesar de las predicciones de una temporada extremadamente activa, la realidad ha sido diferente, con una actividad ciclónica dentro de los rangos habituales, lo que genera un gran alivio entre comunidades golpeadas frecuentemente por las tormentas.

Hasta la fecha, se han formado seis tormentas con nombre, de las cuales cuatro se han convertido en huracanes.

Solo uno de estos sistemas alcanzó la categoría de huracán mayor, el huracán Beryl, que se formó a finales de junio y se convirtió en el primer huracán atlántico de categoría 5 registrado en el mes de julio.

Disturbios actuales

En estos momentos, el Centro Nacional de Huracanes está monitoreando dos sistemas con potencial de desarrollo.

Los meteorólogos observan un área de baja presión en el Atlántico tropical central, con un 60% de probabilidad de formación en los próximos siete días.

También monitorean una vaguada ubicada al suroeste de las Islas de Cabo Verde, que podría desarrollarse gradualmente durante la semana.

Sin embargo, los expertos indican que estos sistemas tienen pocas probabilidades de convertirse en tormentas de gran envergadura.

Factores influyentes

Los meteorólogos están analizando las razones detrás de esta actividad menor a la esperada. Se dijo que esta temporada sería una de las más activas, con 23 tormentas tropicales, de las que 11 serían huracanes, y alguna pudiera tocar tierra floridana.

Según los expertos, es posible que los vientos en altura (cizalladura del viento) hayan sido más fuertes de lo previsto, dificultando la formación e intensificación de tormentas.

Además, cambios inesperados en los patrones climáticos a gran escala podrían estar influyendo en la actividad ciclónica del Atlántico.

Perspectivas

Aunque la actividad ha sido más tranquila de lo esperado, los meteorólogos advierten que la temporada de huracanes aún no ha terminado.

La temporada oficialmente se extiende hasta el 30 de noviembre, por lo que aún hay tiempo para que se desarrollen más sistemas y, por tanto, advierten no bajar la guardia.

Llamado a la precaución

A pesar de la relativa calma, las autoridades instan a los residentes de áreas costeras a mantener las precauciones pertinentes.

Es bien sabido que un solo huracán intenso puede causar daños catastróficos, como lo demostró el huracán Beryl a principios de la temporada ciclónica.

Esta temporada sirve como recordatorio de la complejidad de predecir los fenómenos meteorológicos y la importancia de estar siempre preparados, independientemente de los pronósticos iniciales.