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El presidente ucraniano, Zelensky, trató de persuadir a América del Sur para que
cambie su actitud de indiferencia ante la invasión rusa de su país en un discurso ante
estudiantes chilenos esta semana, quejándose de que Kiev no tiene «suficiente
comunicación» con la región y pidiendo a la audiencia que no sea «indiferente».
A diferencia de gran parte de Europa Occidental y América del Norte, el apoyo a
Ucrania contra la invasión rusa no se convirtió en una causa popular y no logró
atraer mucha atención del público en general o de los líderes regionales.
En la
medida en que lo ha hecho, el tema de Ucrania ha estimulado el apoyo a Rusia de
sus aliados autoritarios de izquierda en la región, principalmente el dictador
socialista Nicolás Maduro en Venezuela.
Solo un líder regional, el presidente guatemalteco conservador Alejandro
Giammattei, visitó a Zelensky en Kyiv para ofrecerle apoyo. El presidente
conservador más prominente del hemisferio sur, Jair Bolsonaro de Brasil, ha
insistido en la «neutralidad» en la guerra de Ucrania, pero estuvo en Moscú para
visitar al líder ruso Vladimir Putin en febrero.
El presidente socialista de Argentina, Alberto Fernández, se reunió con Putin en
Moscú una semana antes que Bolsonaro para discutir, entre otros temas, la
ampliación de los lazos comerciales entre los dos países.
En un discurso virtual en la Universidad Católica de Chile el miércoles, Zelensky
pidió a los chilenos y sudamericanos en general que consideren cortar los lazos
económicos con Rusia, incluida la imposición de sanciones, y «oponerse a la
propaganda rusa».
Zelensky trató de apelar a las antiguas colonias española y
portuguesa en la región, refiriéndose a la intención de Rusia de conquistar territorio
ucraniano como «puramente colonialista».
“Cuando el Estado convierte la pobreza energética o el hambre en un arma, es un
golpe para todos en el mundo. Cuando un país intenta conquistar a otro porque
quiere ser colonizador, es una amenaza para todos los que valoran su
independencia”, dijo Zelensky.
“Y cuando las personas son asesinadas simplemente
porque lo son, porque pertenecen a su pueblo, porque no renuncian a su patria, es
una amenaza para la humanidad como tal”.
«Lo que es importante para nosotros es que los países sudamericanos sepan la
verdad y compartan nuestra verdad con otros», continuó, y agregó que también
esperaba que más países sudamericanos «cesen cualquier actividad comercial con
Rusia».
