Un hecho criminal generó pánico entre los habitantes de la provincia de Esmeraldas, una región ubicada el noroeste de Ecuador y fronteriza con Colombia, pues se registró una masacre que dejó un saldo de nueve personas muertas y un número indeterminado de heridos.
De acuerdo con el ministro del Interior, Juan Zapata, por motivos que aún se desconocen, un grupo armado conformado por alrededor de 20 hombres asesinó a nueve pescadores que se encontraban en la zona portuaria de Esmeraldas, un hecho que quedó registrado por una cámara de seguridad y más tarde se compartió en redes sociales, donde se viralizó rápidamente.
En declaraciones al canal de televisión Ecuavisa, el funcionario señaló que las primeras investigaciones refieren que, al parecer, los pescadores pagaban la seguridad a un grupo de delincuentes, algo que nunca fue alertado a la policía para tomar acciones.
De esta manera, una de las hipótesis apunta a que el grupo criminal responsable de la masacre cometió la agresión como un intento de generar pánico entre los pescadores para someterse al “cobro de cuotas”.
Sin embargo, otra de las hipótesis difundidas por medios locales, apunta a la acción de una banda de sicarios o de venganzas generadas por grupos de narcotráfico que suelen usar barcos pesqueros para el transporte ilegal de drogas.
De acuerdo con la agencia AP, al lugar acudió una fuerza combinada de policías y militares para atender la emergencia y fueron evacuados los pescadores y comerciantes de la zona.
La policía indicó que al menos dos víctimas fueron rescatadas del mar debido a que se lanzaron al agua para eludir el ataque, que también dejó varias personas heridas. La cifra de lesionados no se ha podido establecer porque de inmediato fueron trasladados a hospitales cercanos.
Según revela Efe, el tiroteo en el puerto pesquero de Esmeraldas se dio en un momento en que resuenan a diario los casos de asesinato, asaltos y extorsiones en varias ciudades del país, agobiado desde hace un par de años con una oleada de inseguridad y la aparición de bandas de delincuentes, que han rebasado incluso el control de las fuerzas del orden.
La provincia de Esmeraldas está en la frontera con Colombia, de donde provienen importantes cargamentos de cocaína que son exportados desde puertos ecuatorianos, por lo que las rutas tanto marítimas como terrestres se han convertido en zonas de disputa que el gobierno atribuye a violentas bandas criminales dedicadas al narcotráfico, la extorsión y otros delitos.
