Quien durante varios años fuera líder del Cártel del Golfo, Osiel Cárdenas Guillén, dejó la mañana de este viernes la prisión de Terra Haute, en Indiana, al obtener su libertad.
De acuerdo a la información en el sitio de la Agencia Federal de Prisiones de Estados Unidos (BOP), el 30 de agosto aparecía como la fecha de salida de Cárdenas y ahora cambió a “desconocida”, lo que significa que habría abandonado esas instalaciones.
Dicho estatus significa que podría haber sido liberado o encontrarse bajo custodia de otra instancia. Otra de las posibilidades es que continúe en Estados Unidos bajo “libertad supervisada”.
De acuerdo con el sitio de noticias NMás, el sanguinario narcotraficante fue entregado a autoridades migratorias estadounidenses.
Osiel Cárdenas Guillén se convirtió en el máximo líder del Cártel del Golfo en 1998, cuando tenía 31 años, luego de haber asesinado a su amigo Salvador Gómez Herrera, por lo cual fue conocido como “El mata amigos”.
Tras fundar al grupo de Los Zetas y con ello provocar una de las épocas más sangrientas en la historia de México, fue arrestado en marzo de 2003 en Matamoros, Tamaulipas.
Cuatro años más tarde, en 2007, fue extraditado a Estados Unidos donde se declaró culpable de cinco cargos por narcotráfico, lavado de dinero y amenazar a agentes federales.
¿Testigo protegido?
Aunque fue sentenciado a 25 años por la Juez Hilga Tagle, de la Corte de Distrito Sur en Texas, quedó libre este viernes por buen comportamiento y por haber realizado un trato con los fiscales para declararse culpable.
De acuerdo con el protocolo de libertad para extranjeros, Cárdenas sería entregado al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que a su vez lo presentaría a autoridades mexicanas, en un proceso que podría tardar varios días.
Pero si el acuerdo que hizo con los fiscales de la Corte de Distrito Sur en Texas lo contempla, el capo podría quedar libre en EE.UU. bajo el esquema de libertad supervisada, según informo el diario Reforma.
Otra posibilidad es que se acoja al programa de testigos protegidos y de esta manera desaparezca su rastro, salvo cuando alguna Corte lo requiera en casos específicos para testificar.
