WASHINGTON — El presidente Joe Biden no se amilanó este viernes ante los demócratas que le piden que tire la toalla y prevé retomar la campaña la próxima semana para combatir la visión «oscura» de su rival Donald Trump.

En las últimas horas se especulaba que este fin de semana Biden podría retirarse de la carrera por su reelección ante la creciente presión de su Partido Demócrata, preocupado por su capacidad física y mental para gobernar un segundo mandato.

Horas después de que la cadena de televisión Newsmax afirmase que Biden descartaría ir por la reelección en noviembre próximo, la campaña electoral de demócrata fue la primera en desmentirlo. «El presidente está en esta carrera», declaró su directora de campaña Jen O’Malley Dillon a la cadena MSNBC, según reseña la agencia de noticias AFP.

«Joe Biden está más determinado que nunca a derrotar a Donald Trump», añadió. «Han escuchado al presidente directamente una y otra vez, está en esta carrera para ganar, y es nuestro nominado, y va a ser nuestro presidente para un segundo mandato», dijo O’Malley .

Horas más tarde, fue el mismo mandatario que salió al paso a través de un comunicado.

«Hay mucho en juego y la elección es clara. Juntos ganaremos», escribió Biden, de 81 años, en un comunicado desde su casa de la playa en Delaware (este), donde se ha autoaislado tras dar positivo por COVID-19.

Sumido en el caos

Desde su desempeño en el debate contra el republicano Donald Trump el 27 de junio, Biden está sumido en el caos.

Esa situación ha desmoralizado a sus filas, pero Biden sigue aferrado al timón, convencido de que es la persona más cualificada para derrotar al republicano en las urnas.

En su comunicado desde la playa donde se recupera, Biden añade que «la oscura visión de Donald Trump para el futuro no representa lo que somos como estadounidenses», en referencia al discurso que el expresidente pronunció para cerrar la convención republicana días después de sobrevivir a un intento de asesinato.

«Volveré a la campaña la próxima semana para seguir exponiendo la amenaza» del programa de Trump, insistió.

Demócratas lo quieren fuera

En los últimos días, varios congresistas demócratas le han pedido que tire la toalla, porque temen que el partido pierda las elecciones del 5 de noviembre. Según el Washington Post, el expresidente Barack Obama también estaría pidiendo que Biden dé un paso al costado.

Otros políticos con altos cargos demócratas como la exjefa de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y los actuales líderes del partido en las dos cámaras del Congreso han expresado su preocupación.

En total ya son una treintena, incluidos miembros de los grupos afroestadounidenses e hispanos que hasta ahora se habían mantenido al margen de la polémica.

Varias encuestas recientes dan ganador al republicano, incluso en los estados bisagra (aquellos en los que los votantes eligen en función del candidato y otros factores y no del partido) que son esenciales para obtener la victoria.

Citando fuentes anónimas, la prensa estadounidense afirma que Biden está elaborando un plan para una salida digna en los próximos días.

El tiempo apremia

Varios demócratas influyentes estiman que el tiempo apremia.

La presión se disparó el jueves, cuando la prensa publicó que Obama, Nancy Pelosi y los actuales líderes del partido en el Congreso expresaron su preocupación entre bastidores.

El líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, se mostró evasivo este viernes, diciendo que «es su decisión», en declaraciones a la radio WNYC.

NBC News asegura que algunos familiares de Biden han «discutido» cómo podría renunciar pero aún no han tomado una decisión.

Se trataría de un «plan calculado cuidadosamente» para dar cierta dignidad a lo que sería una decisión históricamente tardía, a menos de cuatro meses para los comicios.

Cualquier decisión que tome debe evitar un caos en el Partido Demócrata en torno a su sucesor como candidato.

La favorita es la vicepresidenta Kamala Harris, pero la elección no es automática y podría tener que rivalizar con otros pesos pesados demócratas.

Entre tanto, Trump se dio un baño de multitudes en la convención republicana en la que, flanqueado por su familia, incluida su esposa Melania, contó cómo vivió el intento de asesinato y pidió el voto para aplicar su programa y su máxima «Haz que Estados Unidos sea grande otra vez».

FUENTE: REDACCIÓN con información de AFP