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jueves, marzo 28, 2024

Tener acceso a una computadora puede ayudar a mantener buena salud mental en los jóvenes

Una investigación determinó que en 2020, la mitad de los niños de 10 años del Reino Unido y el 95 % de los niños de 13 años tenían su propio teléfono móvil.

Los adolescentes con edades comprendidas entre 10 y 24 años son especialmente vulnerables a desarrollar trastornos de salud mental, considerando que en esa etapa nuestros cerebros no están completamente desarrollados.

Por lo tanto, las tecnologías digitales podrían haber mantenido a raya tendencias de salud mental aún peores.

En 2021, el Royal College of Psychiatrists del Reino Unido advirtió que un número récord de menores de 18 años estaban siendo derivados a los servicios de salud mental durante la pandemia.

Otro aspecto a resaltar es que los adolescentes tienen una mayor necesidad de interacción social que los adultos, por lo que una teoría es que la privación social como resultado del distanciamiento físico puede explicar este aumento de los problemas de salud mental entre los jóvenes.

Jóvenes sin computador tenían una salud mental deficiente

El estudio descubrió que los jóvenes que no tenían acceso a una computadora se enfrentaban a una salud mental más deficiente durante los primeros días de la pandemia de COVID.

Los datos obtenidos del Estudio Longitudinal de Hogares del Reino Unido, también conocido como Comprensión de la Sociedad y ha seguido a miembros de casi 40 000 hogares del Reino Unido desde 2009.

En la encuesta de los jóvenes, el bienestar mental se evaluó mediante algo llamado cuestionario de fortalezas y dificultades. Este cuestionario incluye 25 afirmaciones que los jóvenes califican como “no ciertas”, “algo ciertas” o “ciertamente ciertas” sobre sí mismas.

Con base en datos de 1,387 niños de 10 a 15 años, encontraron que aquellos adolescentes que no tenían acceso a una computadora tenían una salud mental sustancialmente peor que aquellos que sí lo tenían.

Entre otras cosas, una computadora podría ayudar a los jóvenes a mantener algún tipo de rutina. Podrían usarlo para acceder a la educación en línea y socializar a través de videojuegos y redes sociales.

El acceso digital puede evitar que se aíslen. Sin embargo, los autores del estudio recomiendan que debemos tomar medidas para garantizar que nuestros jóvenes no se vuelvan vulnerables a los daños en línea en el proceso.

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