Por Alejandro González La Opinión
Los investigadores de homicidios de Los Ángeles están buscando a un sospechoso después de que agentes encontraron a tres miembros de la familia muertos a tiros en una casa cerca de Montclair el lunes por la noche.
Agentes del Departamento del Sheriff del condado de San Bernardino acudieron a una casa en la cuadra 4800 de Ramona Place poco después de las 9 p.m. luego de recibir informes de que tres personas habían sido encontradas muertas, según la oficial de información pública, Mara Rodríguez.
Las tres víctimas tenían heridas de bala y el incidente no parecía ser un asesinato-suicidio, según las autoridades.
El Departamento del alguacil identificó a las víctimas como Sonia Ramírez, de 68 años; George Ramírez, de 66 y David Ramírez, de 43. George y Sonia Ramírez estaban casados, informaron las autoridades.
Una mujer que habló con el diario Los Ángeles Times el martes por la tarde y pidió permanecer en el anonimato dijo que las víctimas eran sus padres y su hermano y que la familia estaba destrozada por los asesinatos.
“Nuestra familia está devastada por la gran pérdida que estamos sufriendo. Es un eufemismo decir que George y Sonia Ramírez fueron devotos, compasivos, desinteresados y amables. Como padres, su amor no tenía límites. Nuestro hermano, David Ramírez, fue nuestro protector familiar, un padre cariñoso y un hijo increíblemente solidario.
“Confiamos en el Departamento del Sheriff para investigar y detener a la persona que cometió este acto atroz. Mientras nos afligimos, pedimos oraciones y respeto por nuestra privacidad para que nuestra familia pueda procesar y llorar”, señaló la mujer.
La cinta amarilla de la escena del crimen bloqueó la casa estucada de dos pisos en Ramona Place, una calle sin salida en un área no incorporada al sur de Montclair. Diversos autos estaban estacionados en el patio.
Los agentes también ingresaron a un garaje al lado de la casa, pero las autoridades no revelaron cómo se relacionó con su investigación.
April Bravo, de 26 años, vive en la calle de al lado y dijo que suele caminar de noche sin dudar por su seguridad.
“Esta es una calle tranquila”, dijo Bravo. “Es una calle sin salida, así que cuando alguien baja, todos en la calle lo saben”.
Ray Reyes, quien ha vivido en la cuadra durante casi 30 años, dijo que no podía recordar la última vez que llamaron a la policía a Ramona Place.
“Es tan raro”, dijo Reyes sobre los asesinatos. “Nada como esto ha sucedido nunca”.
Estaba en su casa el lunes por la noche, pero dijo que no escuchó disparos ni ruidos fuertes.
Trina Campbell se acercó el martes a la casa donde se descubrieron los cuerpos y sollozaba en la calle. Le aseguraron que su tía, que vive al lado, estaba a salvo.
“Pensé que era alguien que conocía”, dijo mientras se alejaba de la casa, con las manos temblando.
Campbell dijo que conocía a los vecinos que vivían en la casa donde se encontraron los cuerpos y los describió como abuelos que vivían con su nieto.
