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jueves, septiembre 19, 2024

El presidente Alejandro Giammattei reitera en la Cumbre Anual Internacional de Libertad Religiosa que defenderá la vida desde su concepción

Ciudad de Guatemala, 29 junio (Diestra).- El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, reiteró este miércoles durante su participación en la Cumbre Anual Internacional de Libertad Religiosa que defenderá la vida desde su concepción y que luchará por defender la soberanía de su país.                            ▼

Y les voy a poner un ejemplo: yo asumí el cargo de presidente de Guatemala el 14 de enero del año 2020 y juré sobre la Constitución Política de la República de Guatemala defenderla y hacer que se defendiera, y el artículo 3 de la Constitución Política de Guatemala dice que el Estado de Guatemala respeta la vida desde su concepción, comenzó el mandatario su discurso.

Este es si duscurso en la actividad religiosa en Wahington:

Y entonces principiamos a trabajar una política pública que hiciera que se respetara la vida desde su concepción hasta la muerte natural. Logramos integrar 99 programas y proyectos de gobierno de los distintos ministerios para proteger la vida desde la concepción hasta la muerte natural, la cual quedó promulgada mediante un acuerdo gubernativo el 20 de julio del 2021.

Yo creo que todos ustedes conocen qué es la OEA. Guatemala firmó en 1948 el Tratado de la Convención Interamericana sobre los Derechos Humanos. Somos uno de los países fundadores. de la Organización de Estados Americanos, y esa convención dice que los países de América respetan la vida desde su concepción.

El año pasado yo tuve el honor de firmar y adherirme al Consenso de Ginebra, que protege la vida desde su concepción. Fui el país número 35 en firmarla. Pero Dios sabe que al que hace las cosas correctamente también le cae. No es fácil.

Hasta el momento, todo lo que les he contado suena fácil. Está en la Constitución, firmamos convenios, hicimos políticas públicas, y todo diría qué bonita está Guatemala con que respeta la vida desde su concepción en todos los sentidos.

Guatemala es un país pequeño, si nos comparamos con un estado; Tennessee o Kentucky, creo que resultan un poco más grande que Guatemala, son algo más o menos de ese tamaño.

Sin embargo, somos un país de fe, la mayoría de los guatemaltecos practicamos una religión, la gran mayoría. Por lo tanto, uno diría: “Guatemala no tiene por qué tener problemas”.

Ayer estuve, llamé a una reunión del Consejo Permanente de la OEA, y fui a la OEA. ¿Y saben a qué fui? Fui a protestar porque Guatemala fue incluida en el Capítulo 4B de los violadores de los derechos humanos. Cuba, Venezuela y Nicaragua. Yo soy violador de los derechos humanos como Cuba, Venezuela y Nicaragua. ¿Y saben por qué? Porque firmé el Consenso de Ginebra y porque tenemos una política que protege la vida desde su concepción.

Que me pongan en el capítulo 20, 48, 84, en el capítulo que quieran, pero en Guatemala se respetará la vida desde su concepción.

Muchos de ustedes vienen de países donde se persigue a las personas por su fe. Estamos en el año 2022 y todavía se persigue a las personas porque creen en un Dios, pero no importa la religión, no importa la persecución, porque Dios protegerá a quienes cumplen con sus mandatos, pero sobre todo a quienes ejerciendo el poder hacen que efectivamente esa palabra de Dios se pueda volver realidad.

Y probablemente el mundo es que está al revés: lo bueno parece malo y lo malo parece bueno, pero lo que no debemos de perder la conciencia somos los que creemos y los que sabemos que, en este momento de tribulación en el mundo, lo que tenemos que hacer es unirnos.

Pero no solo la Comisión Interamericana de Derechos Humanos me condenó por haber firmado el Consenso de Ginebra, también el Departamento de Estado de los Estados Unidos, y nos pone comparado con un régimen de Corea del Norte. No estoy tan gordo como el presidente de Corea, pero a eso han llegado.

Se trata de levantar mentiras por defender la fe, por defender mis creencias. Yo soy médico de profesión, y cuando hice mi juramento de médico juré proteger la vida.

Como católico, como médico, como presidente, en todos lados, me aparece la obligación de respetar la vida desde su concepción.

Yo no sé qué a vasar conmigo en año y medio que deje la Presidencia, “I wait have a day after”, porque esos enemigos que no creen en lo que nosotros creemos, en todo en lo que nosotros creemos, no van a descansar de tratar de acallar las voces que están tratando de decir lo que es correcto hacer.

Fuimos nombrados Capital Iberoamericana Provida, y el 9 de marzo de este año, en el Palacio Nacional develamos un monumento por la vida.

Llegaron personas de 22 países, 60 delegaciones, más de cinco mil personas puestas en la plaza, porque celebramos que Guatemala es la capital Provida de Iberoamérica.

Y fue increíble, estaban presentes todos los ministros de todas las religiones de Guatemala. Vimos a un rabino darse la mano con un imán, a un pastor evangélico con un obispo católico. Por primera vez en la historia nos reunimos el presidente con todas la religiones de Guatemala. ¿Y qué nos unió? Nos unió la fe y la creencia de que hay que respetar la vida desde su concepción.

Porque no importa qué religión sea, los principios son los mismos, los valores son los mismos, pero muchas veces nos encontramos con que nos diferencian o nos diferenciamos los unos a los otros.

A partir de ese momento los invité a que conformáramos una mesa interreligiosa, porque esa Constitución que yo juré respetar y hacer que se respetara, en su artículo 36 dice que en Guatemala hay libertad de culto y de creencia.

Y ya sea en público o en privado se debe respetar lo que la persona cree. Y hoy no solo tenemos una mesa interreligiosa, sino que recientemente nombré a un comisionado presidencial que va a garantizar con el diálogo permanente con todas las religiones que ese proceso de culto y religión sea una realidad en Guatemala, y no hay nada que lo menoscabe.

Las cosas han cambiado, y un país pequeño como Guatemala, que recibió una promesa de Dios, cuando Guatemala fue el voto decisivo para la participación de Israel en las Naciones Unidas, seamos católicos o evangélicos, nosotros creemos en la promesa de Dios que Guatemala se convertirá en faro de luz para las naciones.

Y si ustedes van a Guatemala, al Palacio Nacional, van a encontrar el globo terráqueo, y ahí, en el centro de las Américas, en donde está Guatemala, sale una luz que siempre está encendida, para recordarnos que debemos luchar por lo que creemos.

No importa contra quién nos enfrentemos, estoy convencido de que en mi gobierno dejaremos un legado mejor de lo que encontramos. Tengan la certeza de que vamos a luchar día con día, incansablemente, por aquellos que no tienen voz, pero que tienen el derecho de nacer para tener su voz.

Que vamos a luchar todos los días porque todos aquellos niños que tengan voz puedan seguir las creencias que sus padres les indiquen, lo que sus padres les enseñen, para que podamos tener cada día un pueblo con más religión, con más principios, un pueblo con más valores.  Porque solos los principios y los valores de Dios nos permiten vivir.

Gobernar Guatemala no es país, y el presidente representa la unión. Durante mucho tiempo estuvimos enfrentados entre discursos de izquierda, de derecha, de la imposición de teorías que no venían, que no son de nuestro agrado, y al final ganó y logramos tener democracia, como tenemos hoy.

Y ahora somos pocos los países que conservamos esos principios republicamos y conservadores, pero sin embargo a pesar de los pesares seguiremos luchando por unir la nación, porque la única forma de unir la nación va a ser a través de la fe.

Quiero, aquí delante de ustedes, refrendar mi compromiso por la vida, por la familia y por la paz, estoy seguro que Guatemala será faro de luz para las naciones, no me queda la menor duda.

Y estoy seguro, también, que estaremos en las oraciones de muchas personas en muchas partes del mundo, que están orando por nosotros, para que podamos derrotar a aquellos que utilizando perversamente la normativa internacional condenan a nuestro estado como un violador de los derechos humanos porque no aceptamos el aborto como una forma de vida.

Si me van a decir dictador por promover la libertad religiosa, con mucho gusto soy dictador. Si me van a decir que soy violador de los derechos humanos porque respeto la vida desde su concepción, soy violador de los derechos humanos.

Y si me van a decir aquí o en el Departamento de Estado, en la Organización de las Américas o en cualquier lugar que soy un presidente fuera de contexto porque no me ajusto a la realidad actual del mundo, no me gusta la realidad actual del mundo.

Yo haré lo que conciencia dicte, lo que fe me dice lo que tengo que hacer todos los días, y eso es trabajar por un mundo mejor, aunque sea en un país pequeñito, pero grande de corazón, al cual los invitamos a que lleguen a conocer. Y ojalá pudiéramos tener una reunión como esta en mi país, porque sería para nosotros un gran respaldo, y no sentirnos solos como a veces nos sentimos, luchando contra grandes enemigos, poderosos enemigos, pero que no quieren lo que nosotros queremos.

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