El alcalde de Miramar, Wayne Messam, ha sido una voz clara en la oposición, y declaró que la tecnología propuesta es “peligrosa” y que la construcción del incinerador en Opa-locka West sería un “riesgo para la salud y el bienestar” de los residentes de su municipalidad.
«No permitiremos que se instale este tipo de complejo en nuestro vecindario», subrayó el edil Messam.
Sitios propuestos
La Comisión de Miami-Dade está evaluando tres posibles ubicaciones para el nuevo incinerador de residuos. Una de ellas es Doral, donde se encontraba el antiguo incinerador que se incendió en febrero del año pasado.
Otra opción es Medley, pero el Condado tendría que comprar o arrendar el terreno en esa localidad. También se está considerando el antiguo aeropuerto Opa-locka West, ubicado en la frontera de Miami-Dade y Broward.
Es esta última opción la que ha generado una fuerte oposición por parte de los líderes gubernamentales y residentes de Miramar. La planta propuesta en proximidades de esta localidad se ha presentado como la que podría ser la más grande del país.
Considerar otras alternativas
La comunidad de Miramar, con una población mayoritariamente afroamericana, considera que la ubicación del proyecto en Opa-locka representaría una injusticia ambiental y racial.
La Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP) se unió a la lucha, bajo el argumento de que el Condado debe considerar alternativas que no pongan en riesgo la salud de las comunidades minoritarias.
Participación comunitaria
En tanto, el abogado de la Ciudad de Miramar, Michael Goldstein, criticó lo que llamó “falta de transparencia” del Condado en el proceso de toma de decisiones, y exigió una mayor participación de la comunidad.
«El Condado no ha tomado en cuenta las preocupaciones de Miramar», dijo Goldstein. «Este proyecto sería un error costoso para el Condado, que solo generaría más litigios y conflicto».
La oficina de la alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, indicó que aún están evaluando las propuestas y que tomarán una decisión basada en los estudios pertinentes.
Sin embargo, la oposición de la comunidad de Miramar se muestra contundente y exige una respuesta clara y responsable del Condado.