El 4 de marzo de 2022, un fragmento defectuoso de un cohete espacial impactó cerca del cráter Hertzsprung, en la cara oculta de la Luna, desconcertando inicialmente a los científicos que observaron un doble cráter inusual. Inicialmente, se especuló con que podría tratarse de un propulsor del Falcon 9 de SpaceX, pero investigaciones astronómicas sugirieron posteriormente que se trataba de un propulsor del cohete chino Long March 3C, lanzado en la misión lunar Chang’e 5-T1 para realizar pruebas con el módulo de aterrizaje lunar. Sin embargo, a pesar de las pruebas, China negó su implicación.
Ahora, en un artículo reciente publicado en la revista Planetary Science Journal, investigadores del Departamento de Ingeniería Aeroespacial y Mecánica de la Universidad de Arizona han propuesto una explicación para el objeto que se estrelló en la Luna.
Argumentan que no podría ser simplemente la ruptura de un solo objeto debido a la falta de atmósfera lunar. En cambio, sugieren que el cohete transportaba una carga adicional no revelada, lo que explicaría la formación de dos cráteres.
En específico, tas rastrear la trayectoria del objeto, los investigadores afirman haber comprobado que se trata de un propulsor del cohete Long March 3C descartado de la misión Chang’e 5-T1 de 2014. Originalmente descubierto en 2015, se pensó erróneamente que era un asteroide, pero una órbita geocéntrica reveló su naturaleza de basura espacial.
Luna
La cara oculta de la Luna, con la lejana Tierra al fondo, es visible en esta foto tomada por el módulo de órbita lunar de la misión Chang’e 5-T1
Carga adicional no revelada por China
En relación con el cráter doble, el estudio sugiere que la etapa abandonada del cohete transportaba una “carga útil adicional no revelada” por la Administración Espacial Nacional de China (CNSA). Sin embargo, la falta de observación directa dificulta determinar la naturaleza de esta carga. Por su parte, el CSNA ha negado su participación y no ha revelado la naturaleza de la carga adicional.
“Obviamente, no tenemos ni idea de lo que podría haber sido. Tal vez alguna estructura de soporte adicional, o instrumentación adicional, o algo más”, dijo Tanner Campbell, estudiante de doctorado del Departamento de Ingeniería Aeroespacial y Mecánica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Arizona y primer autor del estudio. “Probablemente nunca lo sabremos”, agregó.
Dos líneas de evidencia
En concreto, el equipo de investigación respalda su afirmación con dos líneas de evidencia: la rotación organizada del objeto al caer, indicando una segunda masa actuando como contrapeso, y la formación de cráteres superpuestos de tamaños similares, sugiriendo dos masas separadas.
“Es la primera vez que vemos un cráter doble”, explicó Campbell. “Sabemos que en el caso de Chang’e 5 T1, su impacto fue casi recto hacia abajo, y para obtener esos dos cráteres de aproximadamente el mismo tamaño, se necesitan dos masas aproximadamente iguales que estén separadas entre sí”, agregó.
Mejores procedimientos para seguimiento de cohetes
A pesar de la identificación del objeto, la falta de transparencia sobre la carga adicional destaca la necesidad de procedimientos mejorados para el seguimiento de cohetes por parte de agencias espaciales y empresas privadas. Esto no solo evitaría confusiones con asteroides potencialmente amenazantes para la Tierra, sino que también promovería una divulgación más rápida de la información sobre las cargas útiles a bordo, evitando negaciones de responsabilidad posteriores.