Además de no estar integrados en las negociaciones de reformas migratorias, congresistas hispanos están presionando al presidente Joe Biden para que rechace el plan migratorio que proponen los republicanos a cambio de ayuda financiera suplementaria.
El senador Alex Padilla (California), presidente del Subcomité Judicial del Senado sobre Inmigración, Ciudadanía y Seguridad Fronteriza, y la representante Nanette Barragán (California), presidenta del Caucus Hispano del Congreso (CHC), emitieron una declaración conjunta.
Agregan que dichos planes emulan la estrategia migratoria del expresidente Donald Trump.
“Estamos profundamente preocupados de que el presidente considere promover políticas de inmigración de la era Trump contra las cuales los demócratas lucharon duramente (y contra las que él mismo [Biden] luchó campaña)”, dijeron los congresistas. “Ceder a las exigencias de estos cambios permanentes y perjudiciales en las políticas como ‘precio a pagar’ por un paquete de gasto único y no relacionado sentaría un precedente peligroso”.
Los congresistas hispanos se refieren a los $106,000 millones de dólares que el presidente Biden ha solicitado como ayuda complementaria para Ucrania, Israel y el Indo-Pacífico, donde también se incluyen unos $14,000 millones de dólares para reforzar la seguridad en la frontera.
“El presidente Biden sabe que eso no es lo que defienden los demócratas”, acotaron Padilla y Barragán. “Durante su campaña de 2020, [Biden] prometió restaurar la ‘posición moral de nuestra nación en el mundo y nuestro papel histórico como refugio para refugiados y solicitantes de asilo’. Es inconcebible que el presidente considere incumplir su palabra al promulgar lo que equivale a una prohibición de petición de asilo”.
Padilla y Barragán insisten en que los planes republicanos, sobre los que la Administración Biden está abierta a negociar, ampliarían la persecución de los inmigrantes en EE.UU.
“Aterrorizar a las comunidades en todo Estados Unidos ampliando la deportación acelerada e ignorando nuestras obligaciones internacionales de brindar asilo a quienes huyen de la persecución, la violencia y el autoritarismo no son principios”, dijeron.
Los congresistas reconocen que urge una reforma migratoria, pero calificaron de “extremistas” las posturas de los republicanos.
“Estamos inequívocamente de acuerdo en la necesidad de que el Congreso actúe para reformar nuestro sistema de inmigración y abordar los desafíos en nuestra frontera, pero las exigencias republicanas extremas de cortar las vías legales y deportar a los residentes de largo plazo no reducirán la migración no autorizada, sólo exacerbarán los desafíos de nuestra situación actual”, consideraron.
Los miembros del Caucus Hispano ya se habían pronunciado a inicios de noviembre contra los planes de negociación bipartidista, que lideraban el republicano Thom Tillis (Carolina del Norte) y el demócrata Chris Murphy (Connecticut).
“Los republicanos del Senado claramente no están interesados en la gestión estratégica de las fronteras y no deberíamos aceptar sus demandas crueles y poco realistas”, acusaron Padilla y Barragán.
Decenas de organizaciones civiles se han expresado en contra de los planes de los republicanos.
