MIAMI. – En los últimos tiempos vivimos una tendencia que busca idolatrar y/o romantizar la figura del villano-narcotraficante frente a la idiotización de las fuerzas del orden. Una caricatura audiovisual que destroza el paradigma de lucha contra el flagelo de la delincuencia. Series, películas, documentales ensalzan la criminalidad, los capos, la rudeza. Lo peor es que el público lo consume y se enamora de este tipo de material como si fuera una droga capaz de cambiar o alterar perceptibilidades.

El mayor Jesús Romero, de origen venezolano, fue testigo experto en el caso criminal federal del Este de Texas contra Debra Lynn Mercer, presidenta de Aircraft Guaranty LLC, compañía con base en Oklahoma que habría prestado sus servicios para cárteles mexicanos y colombo-venezolanos con aviones jets ejecutivos de alto rendimiento para transportar cocaína de Venezuela y Colombia a los EEUU.

El rastro de la droga realza vínculos con narcoestados, levanta hipótesis y crea, de igual forma, la urgencia de informar y no distorsionar los hechos.

Debra Lynn Mercer-Erwin fue condenada a 60 años por un jurado de Oklahoma City por lavado de dinero, fraude y conspiración para producir y distribuir cocaína, en el marco del escándalo de los narcojets.

En exclusiva con DIARIO LAS AMERICAS, Jesús Romero, con una ecuanimidad de tono marcado, hurga en los recuerdos mientras conversa para dejar testimonio de su historia de vida y sus ideas.

Romero se jubiló después de más de 37 años de servicio combinado en el gobierno de los Estados Unidos. Inició su carrera en la Marina de los Estados Unidos en 1984 como marinero, desempeñándose a bordo del crucero nuclear USS South Carolina CGN 37 y el buque de apoyo anfibio USS Tortuga LSD 46. A lo largo de su carrera, se especializó en inteligencia naval.

“A principios de los 1980 yo estaba estudiando entre EEUU y Venezuela – comenta- pero en el 84 tuvimos que regresar a EEUU debido a la pérdida del bolívar contra el dólar. Yo decidí enrolarme en el servicio militar. Para mí fue un paso simple ir a las oficinas militares que estaban reclutando. Toqué todas las puertas, pero solo había una abierta, la de la Marina Naval. Ellos me aceptaron un mes después. Mi entrenamiento básico fue en Orlando entre el 1984 y 1985, año cuando estoy a disposición en un crucero nuclear”, declaró.

Aunque apegado a sus raíces como el mismo lo advierte, las propias asignaciones consolidaron su conocimiento y comprensión del funcionamiento de los países del hemisferio occidental.

“Cuando me hice oficial, tuve la oportunidad de irme a un portaviones y entender la geopolítica del mundo, a pesar de que tenía muy bien el entendimiento de Latinoamérica”, apuntó.

“Estaba en el Comando de Inteligencia del Atlántico. El tema de enfoque para nosotros era Cuba [por el interés de su influencia política e ideológica en la región]. Pude interiorizar el peligro que significa Cuba para el hemisferio. Cuba representa una amenaza para EEUU porque el comunismo es real. Cuba es un virus que se extiende como el cáncer en toda la región. La gente es sumamente ignorante sobre todo en países de Latinoamérica donde las personas sucumben a la necesidad y quieren que alguien les regale un refrigerador, una estufa o un dinerito para la escuela. Cuando unes esa necesidad con corrupción tienes un verdadero desastre. Cuba es un ejemplo, Venezuela otro. Siempre supimos que había un enlace entre el gobierno de Cuba y los narcotraficantes. Ya nosotros sabíamos que Carlos Lehder [narcotraficante de origen colombo-alemán, que cumplió una condena de 33 años en EEUU; fue el primer narco colombiano extraditado a EEUU, uno de los socios más cercanos de Pablo Escobar en el cartel de Medellín] había negociado una entrada a través de la isla para llevar sus aviones cargados de drogas hasta las Bahamas. Lehder ahora confirma las creencias que teníamos en esa época”, enfatizó.

Es necesario subrayar que el excapo del Cartel de Medellín, Carlos Lehder, reveló recientemente cómo fue su encuentro con el dictador Raúl Castro en la isla comunista, en tiempos en los que Pablo Escobar, jefe del mencionado cartel, buscaba una alianza con los castristas para el tráfico de drogas y ha destapado los nexos que mantuvo Fidel Castro con los narcotraficantes colombianos, haciendo que Cuba fuese un trampolín para el tráfico de drogas.

Respecto a la participación venezolana, desde el 2020, Maduro fue acusado de conspirar para traficar cocaína con la ayuda de las FARC de Colombia. A pesar de los miles de millones de dólares que ingresaron a las arcas de Venezuela durante el auge petrolero, el socialismo del siglo XXI de Chávez y su búsqueda [para el proyecto socialista] requerían recursos financieros significativos para mantenerse.

“Cuando Chávez toma el poder yo estaba en mi segunda embarcación. Sabíamos que era un ignorante sin la capacidad para gobernar un país. Fui en 2002 a Venezuela con mi hijo le mostré lo que verdaderamente era. No he regresado más”, confesó Romero.

Ahora, como parte de la investigación que derrocó a la llamada ‘reina de los cielos’ Romero afirmó que “No hay ninguna evidencia que enlace al régimen de Nicolás Maduro directamente con los aviones de Debra Lynn Mercer, “pero sí tenemos información de que Alex Saab [reconocido como testaferro de Maduro, y a quien Washington acaba de liberar] en el 2012 estaba trabajando junto con Piedad Córdoba, la senadora colombiana [recién fallecida] que era el puente para tener negociaciones con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). Saab volaba estos aviones e iba de Bogotá a Ecuador donde se encontraba Tirofijo (uno de los altos mandos de las FARC)”

“Yo fui el jefe la fuerza de tarea interinstitucional del comando sur en varios países. Durante mi desempeño se produjo el cambio de la forma de trasportación de la cocaína desde Latinoamérica a EEUU, de la marítima a la aérea. En 2017-2018 fue el cambio marítimo al aéreo. Estaban llegando 10 toneladas de cocaína a través de Guatemala generalmente que era el destino preferido de la droga que llegaba desde Colombia y Venezuela a través del denominado vector del pacifico. Las agencias de la ley y el orden que trabajaban en el exterior ante la presión en Guatemala comenzaron a desmantelar organizaciones y para el 2018 la mayoría de estos grupos ya habían caído ante las operaciones de la DEA. Estas caídas reflejan las extradiciones de narcotraficantes de los países del triángulo del norte a EEUU. Entonces saltaron del mar al aire y acá toman protagonismo los aviones de Debra Lynn”, resaltó.

Hubo cientos y miles de aeronaves utilizadas por los cárteles entre 2017 y 2023. El plan era simple pero brillante. Jets de segunda mano como aviones de un solo motor y doble motor, Hawker, Gulfstreams, Sabrelines y Challenger fueron comprados por intermediarios y registrados en los Estados Unidos. Estas aeronaves luego se llevarían a México, donde esperarían las órdenes de los cárteles para recoger los envíos de cocaína en Venezuela. Una vez autorizados y coordinados a través de funcionarios venezolanos corruptos, estos jets volarían desde México y aterrizarían en Apure o Zulia, donde las organizaciones locales cargarían y repostarían estas aeronaves para un rápido retorno en plena noche. Cientos y miles de estos vuelos ocurrieron, muchos de ellos se estrellaron en el camino. Venezuela está llena de restos de esta actividad. Belice, Guatemala y Honduras recibieron la peor parte de estos vuelos, dejando atrás violencia, muerte y corrupción.

El operativo fue un éxito rotundo y un duro golpe al narcotráfico. “La gente piensa que EEUU dice que el cartel de Jalisco Nueva Generación representa un peligro hay que tumbarlo ya. Eso suena bien como discurso político, pero para armar un caso en la realidad se demora años. Entre dos y siete como promedio. En el caso de Debra Lynn lo armamos en tres [tiempo récord por la complejidad del caso]. Para demostrar su negocio aéreo ligado al narcotráfico. Para tener una idea de los montos del negocio, analicemos que 120 kilogramos de cocaína a 25.000 dólares representan cerca de 3.000 millones de dólares. Cada avión transportaba 37.5 millones de dólares. Esto se estaba haciendo con el conocimiento de los gobernantes de México y los gobernantes de Venezuela. Porque de allí vienen las libertades con que operaban estos aviones”, afirmó.

Romero, con 37 años de servicio a EEUU, durante su exclusiva reveló detalles de las investigaciones (la tendremos en una segunda entrega) y se muestra preocupado por los giros que dan tanto la enseñanza como los productos comunicativos respecto a temas en los que debiéramos asumir una actitud más responsable en la educación de los jóvenes a quienes se les deben explicar los peligros de flagelos como el narcotráfico y el comunismo.

“Nosotros somos el producto de la guerra fría, nuestros abuelos de la guerra mundial. Nosotros cantamos victoria, cuando consideramos destruido el muro del comunismo. Nosotros ganamos (creíamos). Y creo que fallamos en inculcarles eso a los hijos nuestros. Van a universidades donde les ensenan académicamente cosas que son muy distintas a la historia del comunismo y no como la amenaza real que es. Ahora ven en audiovisuales se pierde la memoria histórica de cómo fueron las cosas. En los años 1980, aquí en Brickell, por ejemplo, teníamos tiroteos relacionados con operaciones de narcotráfico, los aviones tiraban el cargamento de cocaína en Coral Gables, la corrupción era tanta que los propios policías la recogían”, expuso.

Durante el recuento de una vida entregada al deber en su carrera militar, este héroe de la nación estadounidense reconoce que “se sacrifica mucho”.

“Se sacrifica tiempo, el estar lejos de la familia, periodos de hasta 8 meses. No ver a los niños crecer perderse fechas importantes”, pero mientras lo recuerda, Romero fija la mirada en un aparente limbo de recuerdos. ¿Sabes qué? Lo volvería a hacer todo de nuevo, dice con firmeza.

En una segunda entrega conoceremos detalles de su participación en esta operación que significó un duro golpe para el narcotráfico y nos adentraremos con su relato en las maniobras que desde la época de Chávez y ahora bajo el mandato de Nicolás Maduro relacionan a Venezuela con manejos turbios para con la asesoría de Cuba, mantener el liderazgo político y conseguir burlar las medidas de EEUU.