MIAMI– El presidente 45 de Estados Unidos, Donald J. Trump, acaba de marcar una diferencia de 58 puntos sobre su más cercano rival para las elecciones primarias republicanas, al tiempo que mantiene una ventaja de 6 puntos sobre el inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden, en la intención de voto para los comicios presidenciales del próximo año.

Así revela una reciente encuesta realizada entre el 15 y el 16 de noviembre, dirigida por el Centro de Estudios Políticos Estadounidenses de Harvard (CAPS).

El líder republicano alcanza ahora una intención de voto del 67% y no sólo se aleja 58 puntos del gobernador de Florida, Ron DeSantis, sino que amplía su ventaja sobre el actual presidente Joe Biden en el más reciente sondeo de The Harris Poll y HarrisX realizado entre 2.851 votantes registrados.

Ningún otro candidato republicano alcanza una cifra de dos dígitos en el estudio.

En un hipotético enfrentamiento cara a cara Trump logra una ventaja de 3 a 1 sobre DeSantis (75% a 25%) y un gran trecho de 4 a 1 sobre la exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley (81% a 19%).

A continuación un resumen de los resultados.

Donald J. Trump 67%

Ron DeSantis 9%

Nikki Haley 8%

Vivek Ramaswamy 5%

Chris Christie 3%

Un 3% optó por el genérico “alguien más” y otro 5% acudió a la casilla de «indeciso».

Trump obtuvo 7 puntos más de apoyo desde la edición de octubre de la encuesta, mientras que DeSantis perdió 2 puntos, Haley y Christie ganaron 1 punto cada uno, mientras que Ramaswamy perdía 1 punto.

Trump se aleja

El exmandatario republicano también se aleja de Biden mediante una ventaja de 6 puntos en un enfrentamiento electoral hipotético, en el que el expresidente obtiene el 53% frente al 47% de Biden.

Si bien algunos sugieren que candidatos independientes y de terceros partidos podrían ayudar a las esperanzas de reelección de Joe Biden, Trump se aleja aún más cuando esos candidatos se agregaron a la encuesta:

Donald J. Trump 44% (+8)

Joe Biden 36%

Robert F. Kennedy Jr. 21%

En un campo aún más ampliado:

Donald Trump 43% (+9)

Joe Biden 34%

Robert F. Kennedy Jr. 18%

Cornel West 3%

Jill Stein 2%

Llama la atención que la encuesta, dirigida por el Centro de Estudios Políticos Estadounidenses de Harvard (de tendencia de izquierda) no agrega a Michelle Obama, exprimera dama de Estados Unidos, ni al gobernador de California, Gavin Newson; al menos por ahora.

Estos dos nombres se escuchan desde haces meses entre analistas políticos y algunos medios liberales de prensa como opciones de última hora por el Partido Demócrata a las elecciones presidenciales de noviembre de 2024.

Y en el caso de que Trump se enfrente a la vicepresidenta, Kamala Harris, el sondeo indica que el expresidente Trump ganaría por 12 puntos (52% a 40%), el doble con el que vencería a Biden en estos momentos.

El deterioro de Biden

Muchos demócratas y grupos de extrema izquierda ven con preocupación el deterioro de la capacidad física y mental del actual presidente Joe Biden a sus 81 años de edad.

En recientes episodios públicos, Biden se ve desorientado y confunde, a menudo, personas y acontecimientos, algo que ha ocurrido durante sus casi tres años de mandato; incluso, durante su campaña electoral, pero que los grandes medios de prensa -alineados a la izquierda en EEUU- han minimizado siempre mediante la censura de las imágenes y las frases incoherentes del mandatario, o han limitado en extremo su publicación.

Sin embargo, en los últimos dos meses los errores del presidente se han expuesto de forma sutil, pero a la vez con cierto énfasis, lo que ha levantado las sospechas de muchos estadounidenses y analistas políticos conservadores e independientes.

Nueva moción

Por otra parte, los abogados de Trump presentaron una moción sobre las acusaciones sobre presuntos intentos de revertir los resultados electorales de 2020 en la que afirman que el entonces mandatario cuestionó “de buena fe” los resultados de las elecciones de 2020.

La defensa del expresidente exigió a la fiscalía que entregue cualquier evidencia relacionada con irregularidades en el sufragio o posible injerencia extranjera en la votación que -entre muchas dudas- ganó el demócrata Joe Biden. Esas dudas condujeron a que cientos de miles de estadounidenses se manifestaran en Washington contra irregularidades detectadas y vistas en imágenes en internet en algunos estados del país.

La moción sostiene que el expresidente no estaba obligado a aceptar sin cuestionamientos las aseveraciones de funcionarios gubernamentales de que no hubo fraude en las elecciones. Menciona también la posibilidad de que actores extranjeros influyeron en la votación y que el gobierno federal dio “seguridades falsas” al público sobre la integridad electoral, frente a pruebas grabadas por votantes.

“No era ilógico en ese entonces, y definitivamente no era criminal, que el presidente Trump discrepara con funcionarios hoy favorecidos por la fiscalía y que más bien dependa de su juicio independiente que el pueblo estadounidense lo eligió para ejercer como líder de la nación”, escribieron los abogados.

Los abogados han solicitado permiso para obligar al equipo del fiscal especial Jack Smith a entregar una gran cantidad de información que según ellos podría ayudar a la defensa, incluyendo “el impacto de la injerencia extranjera” o “ataques reales o intentados a la infraestructura electoral” y evidencias de posible “parcialización política” que pudo haber influenciado en la evaluación de la elección por parte de las agencias de inteligencia.

imágenes inéditas del 6 de enero

La publicación, por parte del presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Mike Johnson, de la primera parte de las 44.000 horas de grabaciones originales del 6 de enero ha desarticulado gran parte de la narrativa establecida por el llamado Comité del 6 de enero, que fue calificado por representantes republicanos de «ilegal y de farsa política de la extrema izquierda».

Las imágenes, bajo censura durante casi tres años a la vista del público, exponen escenas que contrastan marcadamente con la descripción que hace el Comité de la irrupción «violenta y caótica» por los manifestantes en el Capitolio.

Entre algunos segmentos más reveladores se encuentran escenas que muestran a la policía escoltando de forma muy tranquila y pacífica a los manifestantes dentro del Capitolio, incluso interactuando amistosamente con ellos, incluidos casos de apretones de manos.

Muy reveladora es otra vista en la que se muestra a un individuo, que había sido previamente esposado, siendo liberado por la Policía del Capitolio y luego intercambiando un saludo afectivo con un oficial. Además, de oficiales de la Guardia de Seguridad del Capitolio y policías que retiran las barricadas para abrirles el paso a los manifestantes hacia las inmediaciones de la sede del Congreso de Washington.

Sin embargo, no todos están satisfechos con esta transparencia, en especial los demócratas y grupos de extrema izquierda.

La exrepresentante republicana Liz Cheney, miembro clave del Comité del 6 de enero, se encuentra visiblemente molesta por la publicación de las imágenes, que contradicen la narrativa centrada en la violencia del Comité y sus esfuerzos para atacar al expresidente Donald Trump y a los republicanos antes de las elecciones de 2022.

La frustración de Cheney es comprensible, porque los videos recién publicados contrastan con su discurso antagónico a Trump y sus simpatizantes.

La republicana Liz Cheney, quien perdió su escaño por Wyoming en 2022, es la hija del exvicepresidente de EEUU Dick Cheney durante el gobierno de George W. Bush, convertido en un acérrimo enemigo político de Trump después de que éste pusiera en ridículo -durante los debates republicanos para los comicios de 2016- a su hermano y exgobernador de Florida, Jeb Bush.

Los intentos de Cheney de restar importancia o desacreditar las imágenes ahora publicadas se toparon con un fuerte rechazo por parte del senador por Utah, Mike Lee, quien criticó con dureza la presentación selectiva de los acontecimientos del 6 de enero. “Liz, hemos visto imágenes como éstas muchas veces”, replicó Lee, acusándola de ocultar deliberadamente otros aspectos cruciales del día. También planteó preguntas pertinentes sobre la presencia y acciones de agentes federales durante la irrupción en el Capitolio.

La transparencia

«El problema subyacente aquí es la aparente exposición selectiva de evidencia por parte del Comité del 6 de enero para que se ajuste a una narrativa predeterminada. Esta información selectiva tiene implicaciones importantes, para las personas que fueron encarceladas por su participación no violenta en la protesta y las acusaciones ahora contra el expresidente Donald Trump», se cuestiona la gran mayoría de representantes y senadores republicanos, luego de ver las grabaciones originales de las cámaras de seguridad del Capitolio.

La pregunta ahora es: ¿Cuántas personas, que no fueron violentas ni destructivas, han sido víctimas de graves consecuencias legales por manifestarse en todo su derecho civil o estar presentes en el Capitolio? Si estos individuos hubieran sido parte de una acción de la izquierda, la respuesta y las consecuencias legales serían en estos momentos marcadamente diferentes. Además, el alcance de las operaciones encubiertas y el papel de los agentes federales en los acontecimientos siguen siendo un misterio, cuestiones que el Comité parece reacio a abordar y que tendrá que hacerlo la Cámara Baja en poder de los republicanos.

El público estadounidense exige un relato completo e imparcial de sucesos del 6 de enero y con real transparencia, como no ha ocurrido hasta ahora. Los representantes deberán realizar además una investigación exhaustiva sobre el propio Comité del 6 de enero, para develar por qué se ocultó información crucial con el presunto propósito de evitar que la verdad saliera a la luz.

Y, por supuesto, las grabaciones desmantelan también gran parte de los argumentos presentados por la fiscalía contra el presidente 45 de Estados Unidos.

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FUENTE: Con información de AP y Associated Press