El representante republicano George Santos (Nueva York) fue expulsado de la Cámara de representantes, debido a dos investigaciones paralelas sobre presuntos fraudes, robo y suplantación de personalidad en las elecciones del 2022.
Santos enfrenta 23 cargos criminales en la Corte del Distrito Este de Nueva York, donde tendrá un juicio en septiembre del 2024.
Fue la tercera votación contra Santos para retirarlo del cargo, luego de que el Comité de Ética encontrara que el republicano habría violado varias leyes federales con sus actos fraudulentos con dinero de la campaña electoral.
Tras 11 meses en el cargo, Santos se convirtió así en el sexto legislador expulsado de la Cámara baja, luego de un complicado debate y diferencias entre republicanos.
Fueron 112 republicanos los que se sumaron a la votación empujada por los demócratas, tras el proyecto de expulsión propuesto por el demócrata Robert Garcia (California).
En la última semana, Santos mantuvo una postura desafiante y desestimó los intentos de expulsarlo, afirmando que era una jugada política, reclamando que no era culpable de los cargos en su contra, además de exigir un debido proceso, algo que tendrá en el tribunal en Nueva York.
El presidente de la Cámara, el representante Mike Johnson (Louisiana), dijo esta semana a sus colegas de partido que votaran en forma “reflexiva”, siguiendo su consciencia, pero también que expulsar a Santos sentaría un precedente.
Uno de los republicanos que votó en contra, Marc Molinaro (Nueva York), destacó en el debate previo a la votación que Santos estaba “divorciado de la realidad”.
“Ha fabricado toda su vida para defraudar a los votantes de su distrito”, expresó. “Ha mentido a los donantes y a sus colegas, aprovechándose de la ley electoral y utilizando fondos de campaña para su beneficio personal. Y ha difamado no sólo a su oficina sino a la propia institución”.
La lista negra de representantes
Santos es el primer republicano que se sumó a la lista negra de representantes expulsados, aunque su caso no tiene precedente, ya que todavía no es hallado culpable de los cargos en su contra, aunque las evidencias y pruebas parezcan contundentes.
Los demócratas Henry Burnett (Kentucky) y John Clark (Missouri) fueron expulsados en 1861, señalados por secesionistas de la Confederación; ese mismo año fue expulsado John Reid (Missouri), pero él ya había renunciado.
En 1980 fue expulsado el demócrata Michael Myers (Pennsylvania), mientras que en 2002 el tambén demócrata James Traficant (Ohio) fue retirado de su posición.
