El disparo hecho desde el arma del agente Michael Pounds, placa 33424 del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), fue directo al corazón y acabó con la vida de Ricardo “Ricky” Ramírez, de 18 años.
El adolescente, quien vivía en la ciudad de Richmond, en el área de la Bahía de San Francisco, se encontraba de viaje para conocer las playas de Los Ángeles.
La noche del 13 de julio, cuando fue abatido de un solo disparo, Ricardo viajaba en un automóvil Cadillac en compañía de tres amigos, en el área del Corredor Figueroa, sobre la cuadra 400 de la calle 66. Él era un pasajero.
El impacto de la muerte de Ricardo Ramírez Jr., fue tal, que el día de ayer, un contingente numeroso de amigos y familiares de la víctima viajaron en avión y en automóviles desde el norte de California para acudir a una rueda de prensa donde exigieron justicia.
“Mi hijo tenía apenas 18 años. Acaba de graduarse de la escuela secundaria; le gustaba andar en bicicleta”, dijo la señora Renee Villalobos. “No hubo un día en el que no me dijera que me amaba. Nunca. Y me lo quitaron tan pronto. ¿Por qué?”.
Villalobos, de oficio enfermera, su esposo Ricardo Ramírez, un inmigrante nicaragüense, y su hija, Larissa, acompañaron al abogado Christopher B. Doland en la presentación pública de un reclamo legal en contra del LAPD y la ciudad de Los Ángeles, por el asesinato de “Ricky” Jr.
El reclamo es el preludio de una probable demanda civil por la teoría de agresión, aplicación ilegal de fuerza mortal, negligencia, violación de la ley estatal Bane, falso arresto, y violación de la Cuarta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, por el uso excesivo e innecesario de la fuerza.
La ley estatal Bane es también conocida como Ley de Derechos Civiles Tom Bane. Se trata de un código civil de la ley de California que prohíbe a las personas interferir con los derechos constitucionales de una persona mediante la fuerza o la amenaza de violencia.
Los probables hechos y el reclamo legal
La información oficial preliminar del LAPD indica que el 13 de julio, el sargento Pounds estaba vestido de civil, aplicando la ley en contra de la prostitución, a lo largo del Corredor Figueroa, en la División de la Calle 77 del LAPD.
“Alrededor de las 10:24 de la noche, una unidad [policiaca] observó a los ocupantes de un Cadillac plateado “con pasamontañas” y en una posible disputa con el conductor de otro vehículo. Esa información fue transmitida a otras unidades del área”.
En la escena de la muerte del adolescente, “no se encontró evidencia alguna” de un pasamontañas ni de armas de fuego”, afirmó el abogado Dolan., frente al edificio del LAPD.
Además, contrario al reporte del LAPD, el abogado señaló que el Cadillac donde viajaba Ricardo Ramírez, era perseguido “muy de cerca y agresivamente” por un sedán oscuro tipo Honda/Toyota, con ventanas polarizadas oscurecidas”.
Según el reclamo legal contra el LAPD y la ciudad de Los Ángeles, en la copia que fue proporcionada a La Opinion por la oficina del abogado Dolan, se señala que, dicho vehículo era el que manejaba el sargento Michael Pounds.
“El occiso [Ricardo “Ricky” Ramírez y los otros ocupantes del carro [Cadillac] no tenían forma de saber que el vehículo agresivo era un auto de la policía”, se afirma en el documento.
El automóvil se detuvo entre las calles 77th y Flower Street, dice la queja legal del abogado.
El reporte de la policía narra que el Cadillac se acercaba a la intersección de la Flower Street, giró hacia el norte y se detuvo en medio de los carriles de tráfico, pero en la calle 66th.
Disparo a través de una ventanilla polarizada
“Ricky y otro pasajero salieron del Cadillac y se acercaron al [automóvil] sedán preguntando, con los brazos extendidos y con las palmas hacia arriba, por qué los estaban siguiendo”, dijo el abogado Nolan.
La policía afirma que los dos pasajeros que salieron simultáneamente del carro (de cuatro que viajaban) se acercaron del lado del conductor y del pasajero del vehículo policial no identificado.
Del interior de aquel carro salió el disparo, directo al pecho de “Ricky”, desde detrás de la ventanilla polarizada del conductor, el sargento Michael Pounds.
“El sargento de policía estaba sentado en su auto camuflado y decidió matar y dispararle a mi hijo sin ningún motivo”, reclamó la madre del joven asesinado.
“Amo a mi hijo y nunca recuperaré a mi hijo”, expresó. “Tengo preguntas y quiero respuestas; por qué si no lo iba a esposar, ¿Por qué lo mató?… Quiero justicia y no pararé hasta conseguirla.
En los documentos del reclamo legal, la firma de abogados, Dolan Law Firm expone que “sin haberse identificado nunca como un oficial de policía, sin haber activado sus luces estroboscópicas azules y rojas [sirena], o haber realizado siquiera algún comando verbal, el sargento Pounds le disparó a Ricardo Jr. a través de la ventanilla polarizada, golpeándolo en el pecho”,
Tras ser alcanzado por el disparo al corazón y colapsar, el otro pasajero del Cadillac regresó al vehículo y huyó con sus otros dos compañeros dentro del vehículo, dejando a Ricardo Jr., en el suelo y herido
De inmediato, agentes de la División 77 del LAPD iniciaron una persecución, la cual fue tomada después por la Patrulla de Caminos de California (CHP).
Dicha persecución terminó en la autopista 15 en el condado de San Bernardino, donde los tres ocupantes fueron detenidos sin incidentes. El conductor del vehículo, Israel Dezama, de 26 años, fue arrestado por delito grave de evasión. El número de registro de Dezama es 6846754. Posteriormente, los otros dos ocupantes fueron interrogados y puestos en libertad.
“Apenas comenzaba a vivir”
Contrario a la versión del LAPD, de que el Departamento de Bomberos de Los Ángeles transportó a Ramírez en una ambulancia de rescate a un hospital local, donde fue declarado fallecido poco tiempo después, la oficina del abogado Dolan asegura que el muchacho falleció en el mismo sitio donde fue abatido por el disparo directo al corazón.
“Es algo así como de una película”, manifestó Ricardo Ramírez, el padre de “Ricky”. “Pero cuando se trata de la vida real, nunca esperas recibir una llamada telefónica y recibir estas noticias., Él solo tenía 18 años. Su viaje en la vida apenas comenzaba. Era un buen chico y nos lo quitaron”.
El asesinato de “Ricky” Ramírez Jr. es analizado por la División de Investigación de la Fuerza del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD).
Los tiroteos policiales mortales, no obstante, siguen siendo comunes en todo el estado de California.
El Instituto de Políticas Públicas de California (PPIC), informa que alrededor de 195 personas mueren cada año debido a interacciones con las fuerzas del orden policial.
Los disparos son la causa de muerte muy común, y de acuerdo al reporte, la policía dispara a casi 250 personas cada año.
“Él era mi hermano pequeño”, dijo una sollozante Larissa Ramírez, hermana de Ricardo Ramírez Jr. “Era joven. Era amable, tan divertido. Él era el mejor. No se lo merecía [morir] en absoluto. [El policía] Necesita rendir cuentas. Esto no puede suceder. Quiero que mi hermano pequeño regrese. Necesitamos justicia para él ahora”.
Debido a que hay un litigio pendiente, el LAPD no emitirá comentarios sobre este caso, dijo a La Opinión, el portavoz Jader Chávez.
“Él necesita estar encarcelado”, dijo la señora Renee Villalobos. “Mató a un inocente, sin motivo alguno. Él estaba sentado en su auto, con las ventanas polarizadas…, ni siquiera le dio una oportunidad a mi hijo. Le disparó sin motivo alguno”.