La Opinión
Los informes de agresiones sexuales en el ejército de EE. UU. aumentaron 13% el año pasado, impulsados por aumentos significativos en el Ejército y la Armada a medida que las bases comenzaron a salir de las restricciones por la pandemia y los lugares públicos reabrieron.
De acuerdo al reporte, cerca de 36,000 miembros del servicio dijeron en una encuesta confidencial que habían experimentado contacto sexual no deseado, un aumento dramático sobre los aproximadamente 20,000 que dijeron que en una encuesta similar de 2018, los oficiales militares y de defensa de EE.UU.
El escandaloso reporte, dado a conocer por la agencia AP, donde se establece que el aumento en los informes de la Marina fue de alrededor del 9%, la Fuerza Aérea fue un poco más del 2% y la Infantería de Marina fue menos del 2%.
El aumento general de dos dígitos se produce después de dos años de aumentos relativamente pequeños en los informes presentados por o que involucran a los miembros del servicio.
En el año presupuestario que finalizó en septiembre de 2020, los informes de agresiones sexuales y contactos sexuales no deseados aumentaron un 1%, ya que gran parte del mundo cerró en gran medida debido a la pandemia. El año anterior, los informes aumentaron aproximadamente un 3 %, una mejora sustancial con respecto a 2018, que también experimentó un aumento del 13 %.
Las restricciones generalizadas de viaje y movimiento para los militares continuaron durante el otoño de 2020 y principios de 2021, y muchos negocios, restaurantes y bares cerraron o tuvieron un servicio limitado. Las cosas comenzaron a abrirse a medida que se vacunaba a más personas en el verano y el otoño, pero tampoco está claro si esa mayor libertad contribuyó al aumento de los informes de agresiones.
El Pentágono publica un informe cada año sobre la cantidad de agresiones sexuales denunciadas por o sobre las tropas, pero debido a que la agresión sexual es un delito que se denuncia muy poco, el departamento comenzó a realizar una encuesta confidencial cada dos años para obtener una imagen más clara del problema.
Sin embargo, no está claro si el aumento de informes del año pasado en realidad representa un problema creciente o si aquellos que dicen que fueron agredidos simplemente estaban más dispuestos a denunciar.
