(Un poema de Ariel Montoya)
Viajeros libres (pero también preocupados por su situación libertaria), reportan que las aves en Nicaragua vuelan tristes, ya no se oye picar en los árboles al pájaro carpintero,
el zanate clarinetista y clarinero no le baila a la zanata enamorándola, no sé ven ya guardabarrancos en los alrededores de los cielos patrios ellos no saben de política
menos de cárceles y exilios
Dios y el Universo los dotaron para volar libres también les entristece más no ver banderas Azules y Blancas ondeando por afuera en las casitas humildes de valles y comarcas ni arriba de los carros ni cargándolas los manifestantes en las calles cuando protestan porque tampoco ven manifestantes en las calles ni han vuelto a ver protestas
Ellos no saben que pasa últimamente pero temen, algo malo presagian, les preocupa que la furia del Tirano busque una fórmula para clausurar sus vuelos
Cancelas sus conciertos sus bonitos cantos que alegran tanto la vida; que les edifique una cárcel de pájaros con policías látigos en mano que les silencien sus trinos, vapulee decrete y ordene violar sus Derechos Avícolas como lo hace violando los Derechos Humanos
de tantos presos políticos.
Les preocupa que también, pretenda, encarcelarlos.
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