Con relación a la gestión llevada a cabo durante la administración del expresidente Donald Trump, durante la cual se trató de frenar el arribo de inmigrantes indocumentados a como diera lugar; durante el periodo de gobierno del mandatario Joe Biden, la política migratoria parece haberse relajado.
Por lo menos así lo demuestra la publicación de un artículo del periódico New York Times sustentado en datos internos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y documentos judiciales.
De acuerdo con el rotativo, más de un millón de inmigrantes indocumentados han podido ingresar a territorio estadounidense aparentemente de manera temporal.
Dichos extranjeros provienen de más de 150 países y sus casos llegaron a saturar el sistema de las cortes de inmigración de los Estados Unidos, pues desde la administración anterior, otros que buscaban una solución a su petición de permanencia ya mostraban cierto estancamiento.
De acuerdo con datos del centro de análisis Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC) de la Universidad de Syracuse en Nueva York, las cortes de inmigración tenían 1,861,180 casos pendientes de procesar hasta julio pasado.
En este sentido, las cortes de inmigración de Texas registran la mayoría de casos, con 291,452. Le siguen Florida, con 276,605 casos; y California, con 216,508.
No obstante, solo caso puede incluir a varios miembros de una familia, por lo que el número de casos no representa el número de inmigrantes que luchan por quedarse en el país.
Inmigrantes bajo vigilancia permanente
De esta manera, casi 300,000 personas a quienes se les ha permitido ingresar al país, incluidos muchos jefes de familia, han sido equipados con dispositivos de rastreo para que el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas pueda controlar su paradero mientras esperan su día en la corte, destaca el New York Times.
La cifra de indocumentados a los que se les ha permitido quedarse temporalmente por diversas razones, incluyendo el hecho de que sus propios países no los aceptan de regreso, no supera la de expulsados.
Datos divulgados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, muestran que ha realizado más de 1.7 millones de expulsiones de inmigrantes que trataron de entrar al territorio estadounidense sin permiso.
Sin embargo, el número de expulsiones no ha logrado detener las críticas y acciones de los republicanos. EFE
