Por María Ortíz La Opinión
El gobernador Gavin Newsom promulgó el jueves el nuevo presupuesto estatal de California de $307.9 mil millones de dólares, un plan de gastos centrado en reembolsos de gasolina para 17.5 millones de contribuyentes para suavizar el golpe de los altos precios del combustible y el costo de la vida.
Los reembolsos, que varían desde tan solo $200 dólares para individuos hasta $1,050 dólares para parejas con niños, son el sello distintivo del esfuerzo del estado para devolver una parte de un excedente anticipado de $101,400 millones a los californianos.
El gobernador y los legisladores también invirtieron mucho en la educación pública K-12, dirigieron miles de millones de dólares para asegurar suficiente energía para mantener el servicio eléctrico durante las olas de calor y destinaron $47 mil millones para proyectos de infraestructura durante los próximos tres años.
“Este presupuesto invierte en nuestros valores fundamentales en un momento crucial, salvaguardando el derecho de las mujeres a elegir, ampliando el acceso a la atención médica para todos y apoyando a los más vulnerables entre nosotros mientras apuntala nuestro futuro con fondos para combatir la crisis climática, reforzar nuestra red de energía, transformar nuestras escuelas y proteger a las comunidades”, dijo Newsom en un comunicado.
El presupuesto cubre el año fiscal 2022-23 que comienza el viernes, en un período en el que los economistas advierten que la invasión rusa de Ucrania, las tasas de interés y la inflación podrían debilitar la economía estadounidense y provocar una recesión.
El plan de gastos que Newsom y los legisladores aprobaron tiene también un paquete de $17 mil millones de dólares de ayuda para las familias, las personas mayores, los californianos de bajos ingresos y las pequeñas empresas.
California incluyó en su plan de gastos una partida que permitirá otorgar ciertos beneficios a indocumentados mayores de 55 años que residen en el estado.
El gobernador se comprometió con los legisladores en el plan final de reembolso y renunció a su intento de ofrecer dinero exclusivamente a los conductores de vehículos. La Legislatura acordó aumentar los límites de ingresos que había propuesto inicialmente, mientras conservaba su intención original de otorgar pagos más altos a las familias que ganan menos dinero.