Foto. elperiodico
Ciudad de Guatemala, 30 julio (Diestra).- El periodista guatemalteco José Rubén Zamora, fundador del diario elPeriódico, detenido el viernes por petición del Ministerio Público (MP) bajo cargos de lavado de dinero, permanece hoy en la Torre de Tribunales a la espera de la primera aundiencia ante un juzgado de turno y se declaró en huelga de hambre.
Zamora fue llevado a una carceleta del edificio de Tribunales, en el centro cívico de la capital, luego de ser capturado por al menos cuatro delitos que le imputa la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), que dirige Rafael Curruchiche.
La detención se produjo luego de allanar su residencia y la sede del diario, y se le señala de lavado de dinero, chantaje, tráfico de influencias y conspiración para el lavado de dinero, dijo el fiscal.
El periodista se encuentra en una carceleta de la Torre de Tribunales, donde este sábado fue visitado por el titular de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH), Jordán Rodas, para verificar que se le garantice el debido proceso y sus garantías individuales.
En las próximas horas, según sus abogados, será presentado ante un juez de turno, quien le deberá notificar los motivos de su captura y decidir si lo envía a prisión provisional.
Varias entidades de prensa, el sector privado organizado, la Nobel de la Paz de 1992, Rigoberta Menchu, entre otros, se han pronunciado por la detención de Zamora.
La cúpula empresarial guatemalteca dijo en un pronunciamiento que la captura del periodista no puede pasar desapercibida para el país, la justicia, la prensa y el entono político y que espera que los señalamientos que se le hacen no sea consecuencia de su ejercicio periodístico.
Curruchiche dijo el viernes que la captura de Zamora no fue en calidad de periodista sino como empresario y que la denuncia en su contra fue presentada por un ciudadano ante la FECI, pero no lo identificó porque «el caso está en reserva», dijo.
Zamora anunció que se ha declarado en huelga de hambre en protesta por su encarcelamiento y que también teme por su vida porque en todas las cárceles tiene enemigos.
Aseguró que ha dejado de consumir agua, café y comida, y que no cree en la justicia guatemalteca.
