Rusia liberó el miércoles a 10 prisioneros de guerra extranjeros capturados en Ucrania, luego de la mediación del príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita.
La lista incluye ciudadanos estadounidenses, británicos, croatas, marroquíes y suecos, señaló el ministerio en un comunicado, y agregó que un avión que transportaba a los prisioneros aterrizó en el reino saudita.
Los veteranos de guerra estadounidenses Alexander Drueke, de 39 años, y Andy Huynh, de 27, fueron liberados gracias a un intercambio de prisioneros,
“Las autoridades saudíes pertinentes los recibieron y trasladaron desde Rusia al reino y están facilitando los trámites para sus respectivos países”, dijo el comunicado.
Un funcionario saudí dijo que eran cinco británicos, dos estadounidenses, un croata, un marroquí y un ciudadano sueco.
Un gran número de extranjeros ha viajado a Ucrania para luchar desde la invasión rusa del 24 de febrero.
Algunos de ellos han sido capturados por las fuerzas rusas, junto con otros extranjeros en el país que dicen que no eran combatientes.
Las fuentes no pudieron establecer de inmediato si el grupo liberado incluía a los británicos Aiden Aslin y Shaun Pinner y al nacido en Marruecos Brahim Saadoun, quienes fueron capturados a principios de este año y luego sentenciados a muerte por un tribunal en la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD), al este de Ucrania.
El príncipe Mohammed ha mantenido estrechos vínculos con el presidente ruso Vladimir Putin, incluso en el marco del grupo de productores de petróleo OPEP, a pesar de las fuertes presiones de Washington, el aliado tradicional de Riad, para aislar a Rusia.
Tanto las fuerzas ucranianas como las rusas han capturado a cientos de combatientes enemigos desde el comienzo del conflicto, y se han producido algunos intercambios de prisioneros.
El jefe de la misión de derechos humanos de la ONU en Ucrania dijo a principios de este mes que Rusia no permitía el acceso a los prisioneros de guerra y agregó que la ONU tenía evidencia de que algunos habían sido sometidos a tortura y malos tratos que podrían constituir crímenes de guerra.
