TEL AVIV.- Tras casi siete meses de estado de guerra con los grupos terroristas Hamás y Hezbolá, Israel vive una tensa calma con el ingrediente adicional de que Irán entre en el escenario militar y el conflicto geopolítico se expanda por el Medio Oriente

La prensa iraní reporta que el régimen de Teherán está a punto de recibir la primera entrega de la última generación de aviones de combate rusos Sukhoi SU-35 en los próximos días.

Mientras tanto, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, agradeció al Congreso de Estados Unidos por aprobar un proyecto de ley de ayuda de emergencia de 26.000 millones de dólares para Israel.

“Esta necesaria aprobación”, declaró el premier israelí, «demuestra un fuerte apoyo bipartidista a Israel y defiende la civilización occidental” en referencia a que el país hebreo podría estar librando una batalla entre ‘el bien y el mal’, según declaraciones anteriores.

Entretanto, el ejército israelí aumenta el ritmo de los preparativos para irrumpir en Rafah, en el sur de Gaza, donde ahora se refugian cientos de miles de palestinos que huyeron de la guerra y las brigadas de Hamás que lograron sobrevivir el fuego israelí tras la horrenda masacre a civiles israelitas el 7 de octubre.

Ese día, el grupo terrorista Hamás atacó comunidades cercanas a la Franja de Gaza y asesinó a unos 1.140 israelíes, causó heridas a otros 1.000 y secuestró a 250 civiles y soldados, entre ellos 30 niños, de los que 133 permanecen aún retenidos por los terroristas.

Israel no anuncia fecha para la irrupción de las tropas en Rafah, pero el ejército israelí viene concentrando en la zona soldados, vehículos blindados y artillería.

Datos extraoficiales de la autoridad sanitaria de Gaza, dirigida por el gobierno de Hamás en la zona, señalan unas 33.000 muertes en estos casi siete meses de guerra, de los que alrededor de 13.000 serían soldados de Hamás.

Jesús Hernández

Especial desde Israel