Donald Trump perdió la cabeza como quedó de manifiesto en una publicación que hizo en su red Truth Social el martes por la noche después de que el ejecutivo de MyPillow, Mike Lindell, dijera que los federales habían confiscado su teléfono celular mientras cenaba en un restaurante Hardee.
“Últimas noticias: Mike Lindell, ‘el tipo de Pillow’, acaba de ser allanado por el FBI. Ahora vivimos oficialmente en un estado policial armado, elecciones amañadas y todo eso”, escribió el ex presidente actualmente bajo investigación judicial.
Continuó declarando: “Nuestro país es el hazmerreír de todo el mundo. La majestuosidad de los Estados Unidos se ha ido. No puedo dejar que esto suceda. ¡recuperemos América!”
La exaltada reacción de Trump ante la noticia pareció reflejar la del propio Lindell, quien afirmó en Facebook que había estado “rodeado” por agentes del FBI que le quitaron el sustento al confiscarle el teléfono.
Según los informes, el teléfono celular fue incautado en relación con una violación en las máquinas de votación en el condado de Mesa, Colorado, en 2021, presuntamente llevada a cabo por Tina Peters, la secretaria del condado que ahora enfrenta cargos estatales por delitos graves por la supuesta manipulación.
Peters está acusada de filtrar datos confidenciales de máquinas de votación que posteriormente se presentaron en el “Simposio cibernético” de agosto de 2021 de Lindell, al que también asistió.
La oficina de campo del FBI en Denver confirmó que sus agentes habían ejecutado una orden de registro en el lugar donde Lindell dijo que se llevó a cabo la redada, pero no proporcionó más detalles.
