En su Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas 2024, la Administración de Control de Drogas (DEA) advirtió que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa (CDS) tienen presencia en los 50 estados de Estados Unidos.
La DEA asegura que las ganancias del Cártel de Sinaloa y el CJNG por el tráfico del fentanilo están en el orden de los miles de millones de dólares cada año, gracias a una extensa red criminal que se extiende por más 40 países y los 50 Estados de EE.UU.
El informe cita que “Los cárteles de Sinaloa y Jalisco controlan redes criminales organizadas en todo el mundo que desempeñan un papel en la producción y distribución de fentanilo, metanfetamina y otras drogas ilícitas por toneladas”.
“Operan extensas cadenas de suministro globales, desde precursores químicos hasta instalaciones de producción, y dirigen una compleja red de conspiradores que incluye transportistas internacionales, transportistas transfronterizos, funcionarios corruptos, constructores de túneles, empresas fantasma, blanqueadores de dinero y otros”, advierte.
En el mismo sentido, refiere que la hegemonía de Sinaloa y Jalisco “ha eliminado efectivamente a toda su competencia en el mercado estadounidense”, dicho de otro modo, ambas organizaciones criminales monopolizan el mercado de las drogas ilícitas en Estados Unidos.
Tales conclusiones advierten una clara contradicción a la versión oficial del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que ha insistido que “en México no se produce fentanilo” y que sólo es un eslabón intermedio en la larga cadena de tráfico que empieza en Asia.
Sin embargo, la agencia resaltó el papel de la Marina mexicana, tras asumir el control aduanal y la vigilancia de los principales puertos del país, al asegurar que son los grupos criminales los que realmente controlaban las terminales portuarias.
En una radiografía generalizada en el país, la Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas 2024 establece que el cambio de drogas de origen vegetal, como la heroína y la cocaína, a drogas sintéticas de origen químico, como el fentanilo y la metanfetamina, resultó en la crisis de drogas más peligrosa y mortal que Estados Unidos haya enfrentado jamás“.
Bajo ese enfoque, la administradora de la DEA, Anne Milgram, reitera que “En el centro de la crisis de las drogas sintéticas están los cárteles de Sinaloa y Jalisco y sus asociados, a quienes la DEA está rastreando en todo el mundo. Los proveedores, fabricantes, distribuidores y blanqueadores de dinero desempeñan un papel en la red de traición deliberada y calculada orquestada por estos cárteles. La DEA seguirá utilizando todos los recursos disponibles para atacar estas redes y salvar vidas estadounidenses”.
Se estima que las muertes relacionadas con las drogas se cobraron 107,941 vidas estadounidenses en 2022, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). El fentanilo y otros opioides sintéticos son responsables de aproximadamente el 70% de las vidas perdidas, mientras que la metanfetamina y otros estimulantes sintéticos son responsables de aproximadamente el 30% de las muertes.
Sinaloa, un cártel divido y poderoso
Sin embargo, detalla que la organización criminal se ha dividido en cuatro facciones separadas, pero que cooperan entre sí. “En teoría, esta estructura permite que los cabecillas de cada grupo independiente compartan recursos, como rutas de contrabando, contactos, acceso a proveedores de sustancias ilegales y redes de lavado de dinero, sin tener que dividir las ganancias o tener que responder a una cadena de comando principal”, se expone en el informe.
La DEA asegura que el Cartel de Sinaloa trafica con fentanilo desde 2012, mucho antes de que Estados Unidos pusiera a la droga sintética en la parte más alta de su lista de prioridades.
CJNG, un modelo de franquicias
A una década desde su formación, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) logró convertirse en una de las dos organizaciones criminales mexicanas con mayor poder en el territorio nacional y en el mundo; clave de su éxito en el mapa del narcotráfico se debe a la utilización de una sólida estructura financiera y a la venta de franquicias para poder llegar a cientos de municipios a lo largo y ancho del país.
El informe mencionó que el Cártel de Jalisco “tiene sus propias conexiones con proveedores de precursores químicos en China para la producción de fentanilo y metanfetamina y ejerce control sobre varios puertos marítimos para importar los productos químicos”.
En el tema de la distribución de estupefacientes a suelo estadunidense, la DEA informó que “la venta de drogas se hace posible mediante aplicaciones de mensajería encriptadas y abiertas y redes sociales, utilizadas tanto por miembros de cárteles como por traficantes callejeros para anunciar, organizar entregas y recibir pagos rápidamente, todo en un solo dispositivo y con una exposición mínima.”
Es decir, este sistema de franquicias lo que permitió el rápido crecimiento económico para financiar la compra de armamento y el despliegue de sus hombres en las zonas de mayor conflicto, principalmente con los cárteles de Sinaloa, Santa Rosa de Lima, Familia Michoacana y Cárteles Unidos.
El documento indicó que ambos, cárteles de Sinaloa y Jalisco, “han causado la peor crisis de drogas en la historia de Estados Unidos. Ellos dictan el flujo de casi todas las drogas ilícitas hacia Estados Unidos, y su dominio sobre el comercio de drogas sintéticas en particular es evidente en el incesante flujo de fentanilo y metanfetamina ilícitos que cruzan la frontera” hacia sus mercados.
En su reporte la DEA especifica que el modelo de franquicias del CJNG también representa un cierto nivel de riesgo para la organización criminal comandada por Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, principalmente porque sus franquiciatarios pueden forjar sus propias alianzas con grupos locales, perjudicando así a otros grupos afines o que responden al grupo jalisciense.