semana.com 24 de enero de 2024
El coronel (r) Hugo Aguilar, condenado por vínculos con grupos paramilitares y conocido por su participación en el Bloque de Búsqueda durante la persecución a Pablo Escobar, compareció ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en una Audiencia Única de Verdad, donde abordó diversos temas.
Uno de ellos fue precisamente el hecho de la creación de Los Pepes (Perseguidos por Pablo Escobar), sus vínculos con el paramilitarismo, además de cuánto fue el dinero que recibió como recompensa por haber dado de baja, él mismo, a Pablo Escobar en un tejado de Medellín, el 2 de diciembre de 1993.
Aguilar mencionó que, con el fin de eludir la judicialización por múltiples asesinatos, el equipo de inteligencia del Bloque de Búsqueda y Operaciones Especiales acordó la creación de Los Pepes, un grupo dedicado a perseguir a Escobar. De acuerdo con el coronel (r), el nombre de la organización criminal surgió a raíz de la marca de pantalones de la época, y cada vez que se descubría un cadáver, se colocaba un papel que afirmaba: “Fueron los Pepes”.
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El exgobernador también compartió detalles sobre su relación con líderes paramilitares como Ramón Isaza, Henry Pérez y Carlos Castaño, destacando su colaboración en operaciones para bloquear la huida de Escobar.
Aguilar también señaló que respecto a la recompensa que recibió por dar de baja al capo del cártel de Medellín, y otros golpes a esa red, fue durante su paso por el Bloque de Búsqueda, en donde recibía salarios en Colombia y Estados Unidos, pues las altas sumas que recibió por parte del Gobierno de ese entonces se debió a los golpes que asestó en varios operativos.
La recompensa por Pablo Escobar
Y por eso manifestó que parte de su patrimonio, según dijo, procede de la recompensa de haber matado a Pablo Escobar, en un operativo en el que participaron 23 hombres y entre los que distribuyeron $5.000 millones de pesos.
“El operativo contra Pinina, la recompensa que estableció el Gobierno nacional, nos la distribuyeron a los hombres que hicimos el operativo. Lo mismo sucedió con la recompensa por el operativo de Gustavo Gaviria”, explicó.
“Lo mismo los 5 mil millones que ofrecía el Gobierno nacional por la captura o muerte de Pablo Escobar. Como fue una inteligencia electrónica a través del radio Thompson, que yo manejé con 23 hombres, a nosotros los 23 nos distribuyeron los 5 mil millones de pesos. La recomendación era no hacer alarde de este dinero. De allí salieron los recursos de mi patrimonio”, sostuvo.
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Días antes del 2 de diciembre de 1993, el entonces mayor Hugo Aguilar y una decena de policías que formaban parte del Bloque de Búsqueda contra Pablo Escobar tenían en la mira al hombre más temido del mundo después de que burlara repetidamente el cerco de las autoridades.
Se movía por Los Olivos, un barrio ubicado en el occidente de Medellín, según indicaban los rastreos de un radio Thomson, de origen francés, suministrado a la Dijín por la DEA. Los 25 uniformados que participaron en la operación sabían que Escobar, agobiado por la soledad y la desconfianza hasta de su propia sombra, había pedido un radioteléfono para comunicarse con su familia.
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Durante la búsqueda, en la que todos los hombres vestían de civil, uno de ellos observó a Escobar irreconocible: barbado, con más de 20 kilos de sobrepeso, mal arreglado y al lado de un taxi con el que engañaba a la ciudadanía. Ese carro fue encontrado en la casa donde días después fue dado de baja.
El rastreo siguió. Escobar volvió a hablar con su hijo días después. El plan estaba diseñado. Dos de la tarde, 2 de diciembre de 1993. Aguilar ordenó que sus hombres, antes de la operación, escribieran cartas a su familia y les mandaran regalos a sus hijos. No sabía si saldrían vivos.
