La presidenta del Consejo Nacional Electoral, Diana Atamint, dijo a la prensa por la tarde que el proceso se desarrollaba con normalidad, sin ninguna incidencia de violencia, “lo cual celebramos”. Reconoció que hubo dificultades con el voto telemático especialmente de los ecuatorianos en Europa que fueron superadas.
Ecuador acude a estos comicios después de que Lasso disolvió en mayo el Legislativo, aunque se vio forzado a convocar a nuevas elecciones y recortar su propio mandato casi dos años.
Unos 13.45 millones de votantes fueron convocados para elegir entre ocho candidatos presidenciales.
Ecuador atraviesa por un clima de violencia, extorsiones, secuestros y sicariatos en las calles propiciados por bandas criminales en disputa territorial por el tráfico y distribución de drogas, que han dejado más de 4.300 muertes violentas sólo en lo que va de 2023. Revertir este escenario será el principal desafío para el próximo mandatario.
En el contexto de creciente violencia, diez días antes de las elecciones, fue asesinado el candidato presidencial Fernando Villavicencio cuando salía de un mitin político en un colegio del norte de Quito, la capital. Fue reemplazado por el periodista Christian Zurita, cuya postulación se aprobó un día antes del cierre de campaña. En julio, también fue asesinado Agustín Intriago, alcalde de Manta, la tercera ciudad más grande de Ecuador, y pocos días atrás, un dirigente político de Esmeraldas.
Zurita, quien votó en un centro al norte quiteño, dijo que Ecuador atraviesa “momentos difíciles y oscuros” y prometió que de imponerse en las urnas luchará para «sacar adelante este país”. El candidato lucía un casco de protección y chaleco antibalas, y se lo cubrió con una colchoneta negra cuando sufragó en medio de la custodia militar.
El ministro del Interior Juan Zapata afirmó que a Zurita se le impuso una “seguridad reforzada”, luego que recibió la noche del sábado un mensaje de intimidación en las redes sociales enviado por un usuario identificado como Cartel Jalisco NG, que advirtió “Zurita tiembla”.
Jornada militarizada pero tranquila
Las extraordinarias elecciones generales de Ecuador transcurrieron con “absoluta normalidad”, en medio del fuerte despliegue de seguridad que acompañó a los candidatos presidenciales a ejercer su derecho al voto en las urnas electorales.
La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Diana Atamaint, después de mediodía aseguró que la participación de los ecuatorianos rondaba el 45,4%. “La ciudadanía ha salido con alegría y entusiasmo a tempranas horas de la mañana a ejercer su voto”, manifestó la presidenta del ente electoral, reseñada por Primicias.
Afirmó que el proceso se desarrollaba con absoluta normalidad y que las fallas presentadas a tempranas horas con el voto telemático de los ecuatorianos en el extranjero han sido solventadas.
“Las dificultades han sido superadas, el personal técnico sigue asistiendo vía telefónica directa a quienes hacen sus requerimientos. Después de la jornada de votación, las autoridades electorales haremos un balance general de las circunstancias del voto telemático y nos pronunciaremos al respecto”, dijo.
Policías, cascos y chalecos antibalas
Estos comicios, celebrados a raíz del decreto de “muerte cruzada” invocado por el presidente Guillermo Lasso ante la amenaza de un juicio político, están marcados por la ola de violencia política que vive el país suramericano, que cobró la vida del presidenciable Fernando Villavicencio, del alcalde de Manta, Agustín Intriago; del candidato a congresista, Rider Sánchez; y del funcionario regional Miguel Santos Burgos.
El último de esta serie de asesinatos a manos del sicariato fue el de Villavicencio, que terminó encendiendo las alarmas del mundo, que hoy mantiene sus ojos sobre Ecuador. Sobre todo, debido a los recientes incidentes violentos en los que se han visto envueltos algunos de los presidenciables y las amenazas que ha recibido el sustituto del candidato asesinado, el periodista Christian Zurita.
Ante estos hechos de violencia, que ha generado pánico e incertidumbre en la sociedad, los aspirantes al Palacio de Carondelet acudieron a votar rodeados de una fuerte presencia policial y militar, cascos especiales y chalecos antibalas. Un escenario inédito para los ecuatorianos, desacostumbrados a la criminalidad que viven actualmente producto del narcotráfico que ha sentado bases en el país en los últimos tres años.
“La imagen de la mayoría de los candidatos fue con mucha seguridad, con la presencia militar, incluso, dando a entender y demostrando la dificultad que resultó esta primera vuelta en esta campaña marcada por la muerte de Villavicencio y por la constante inseguridad”, manifestó a DIARIO LAS AMÉRICAS el consultor político y experto en estrategia de campañas electorales, David Rico.
Derrotar la violencia
Para el mediodía ya todos los aspirantes habían ejercido su derecho al voto, haciendo un llamado a los ciudadanos a votar “con valentía” para derrotar a la violencia en las urnas electorales, en las breves declaraciones que pudieron ofrecer.
Zurita afirmó que, pese a los “momentos difíciles y oscuros” que viven, estarán a “la altura de las circunstancias” que requiere el país. “Vamos a enfrentar con determinación lo que significa sacar adelante este país”, dijo.
Jan Topic, quien promete un gobierno de “mano dura”, aprovechó para reafirmar la necesidad atender la crisis de inseguridad que atraviesa Ecuador, por lo que instó a los ciudadanos a observar bien “quién tiene la experiencia, el plan y la voluntad para neutralizar la violencia”.
“Muchos hablan, pero sólo hay uno que sabe cómo hacerlo. Este es el día en el que derrotamos al correísmo”, expresó el exmilitar.
Otto Sonnenhozlner, exvicepresidente de Lenín Moreno, invitó a votar por “personas con honestidad, valentía, determinación y preparación”, que, a su juicio, son las que requiere el país.
Afirmó que situaciones como las que enfrentan los ecuatorianos en este momento “necesitan personas que sepan exactamente qué hacer, sin improvisar, por las razones correctas, no por intereses personales ni por vanidad”.
El dirigente indígena y ambientalista Yaku Pérez indicó que el país vive una “tragedia nacional” debido a los anteriores dignatarios. “Nos va a tocar levantar, reconstruir y rehabilitar. Vamos a tener las riendas del Ecuador para cambiar para siempre la historia”, apuntó.
Por su parte, la correísta Luisa González instó a votar para superar a las otroras gestiones que “han dejado al pueblo ecuatoriano sin seguridad, sin educación, sin salud y sin empleo”.
“Con fe y con esperanza vienen días mejores para la patria”, afirmó.
También ejercieron su derecho al voto los aspirantes Bolívar Armijos, Xavier Hervas y Daniel Noboa, este último, reiterando su llamado a cambiar el destino del país, eligiendo “la paz, la seguridad y el bienestar”.
Una oportunidad
Para este proceso electoral están convocados a ejercer el derecho al voto obligatorio 13.450.047 ecuatorianos -dentro y fuera del país-. Ellos podrán elegir a la nueva dupla presidencial y a los 137 asambleístas de la nueva Asamblea Nacional.
Además, participarán en dos consultas populares: Una nacional para decidir si continuar con la explotación petrolera en el Yasuní y otra en Quito para decidir si mantener o no la extracción minera en el Chocó Andino.
El analista David Rico considera que este proceso electoral le brinda a los ciudadanos una oportunidad de “reinstitucionalizar al país” y le permitirá al nuevo presidente tomar el rumbo de la nación. Esto, ante las distintas dificultades que enfrentó el actual mandatario ecuatoriano al tener al Parlamento en contra durante los dos años que tuvo de gestión.
“Esto va a ser inédito en la región y va a marcar evidentemente el futuro del país. Estas elecciones son de mucha importancia, no solamente para terminar el período del presidente Lasso, sino para poder sentar las bases institucionales para cuando se repitan nuevamente las elecciones presidenciales y legislativas”, aseveró.
Tanto el binomio presidencial, como los asambleístas, tendrán que completar el periodo gubernamental 2021 – 2025, por lo que dispondrán solo de un lapso de 18 meses para aplicar las medidas políticas que se requiere para garantizar la estabilidad y la gobernabilidad en el país.
“Esperemos que el futuro gobierno pueda trabajar en pro de la seguridad de todos los ecuatorianos y pueda ser frente a esta ola enorme de delincuencia y de inseguridad que está viviendo el país”, enfatizó.
FUENTE: Con informacion de AP
