Ciudad de Guatemala, 17 agosto (Diestra).- El progresista Bernardo Arévalo, del partido Movimiento Semilla, buscará el domingo la presidencia de Guatemala para sentarse en el puesto que una vez ocupó su fallecido padre, Juan José Arévalo entre 1945-1950.
Nacido el 7 de octubre de 1958 en Montevideo (Uruguay) durante el exilio de su padre, Arévalo es un político, diplomático, sociólogo y escritor que llegó como diputado al Congreso en el 2020 y pasó al segundo balotaje para disputar la primera magistratura del país con la socialdemócrata Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).
Ambos quedaron en segundo y primer lugar, respectivamente, de las elecciones generales celebradas el 25 de junio de este año en Guatemala..
Viceministro de Relaciones Exteriores entre 1994-1995 y embajador de Guatemala en España de 1995-1996, fue hasta los 15 años cuando vino a vivir al país, donde realizó estudios de secundaria.
Su carrera diplomática la inició en 1984 cuando trabajó en la embajada de Guatemala en Israel como primer secretario y cónsul, puesto que ocupó hasta 1988.
Nadie contaba con que Bernardo Arévalo daría la sorpresa en los comicios generales porque ni siquiera aparecía en las encuestas de opinión.
En el 2019 Arévalo renunció a su precandidatura presidencial por el Movimiento Semilla del que es uno de sus fundadores para ceder el puesto a la exfiscal general y jefa del Ministerio Público (MP), Thelma Cabrera, quien ya no pudo participar debido a que se marchó al exilio en Washington luego de una orden de captura en su contra.
El candidato presidencial obtuvo en las elecciones generales el 11,85 por ciento de los votos válidos emitidos y los sondeos de cara al segundo balotaje le han dado el 61 por ciento de la intención del sufragio frente al 39 de su oponente.
Arévalo, quien promete combatir la corrupción y tomar el control de las calles y la cárceles para devolverle la seguridad a los guatemaltecos, tiene como candidata a la vicepresidencia a Karin Herrera.
El padre de Bernardo, a quien muchos han considerado como el mejor presidente que ha tenido Guatemala, falleció el 7 de octubre de 1990.
De 65 años de edad, el progresista busca llega a la presidencia del país centroamericano 73 años después de que gobernó su papá.
