La Opinión
La Administración del Control de Drogas (DEA) fue clave en la detención del narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero.
Y es que de acuerdo a funcionarios de la agencia entrevistados por el New York Post, el hecho de reclutar a familiares del capo como informantes ayudó a concretar el plan que consumaron las autoridades mexicanas.
La traición de los hombres cercanos al “narco de narcos” ayudó a quienes le seguían el paso a saber por qué caminos se movía y qué rutas tomaba incluso para visitar a sus novias.
“Se movía en motocicleta y cuatrimoto, custodiado por equipos de seguridad que rotaban cada semana”, señaló el diario con informes proporcionados por la DEA que buscaba la detención de oriundo de Badiraguato desde 2013.
La captura de Rafael Caro Quintero siempre fue un tema central de intercambio diplomático entre EEUU y México, pues de acuerdo a Reuters el exfiscal William P. Bar le pidió a México la detención del presunto asesino del exagente de la agencia norteamericana Enrique Kiki Camarena después de que presuntamente desestimaran los cargos que pesaban contra el extitular de la Sedena, Salvador Cienfuegos.
Después de múltiples operativos fallidos, donde incluso se sospechaba que existían filtraciones, llegó uno nuevo el pasado 15 de julio cuando en la localidad de Choix, en Sinaloa, elementos de la Marina dieron con el excofundador del Cártel de Guadalajara gracias a un perro que lo olfateó cuando estaba escondido junto a dos de sus escoltas en un huerto de aguacates.
Hasta el momento, el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, y su homólogo de México, Alejandro Gertz Manero, afirmaron “el compromiso compartido” de seguir trabajando para extraditar al capo después de que un juez de control le otorgó un amparo.
