NUEVA YORK.- El exsecretario de Defensa mexicano Guillermo Galván Galván habría tenido una relación “estrecha” con narcotraficantes mexicanos, reveló Óscar Nava Valencia, alias “El Lobo”, durante su testimonio en el juicio a Genaro García Luna.
Fue durante los cuestionamientos del abogado defensor Florian Miedel cuando surgió el nombre del ex mando militar durante el gobierno de Felipe Calderón.
Miedel cuestionaba a “El Lobo” sobre presuntos sobornos a autoridades mexicanas y mencionó el nombre de Galván. El cooperante dijo que sí lo conocía.
“Había una relación estrecha”, dijo Valencia, aunque no dio detalles. “No recuerdo bien. Fue hace mucho tiempo”.
Miedel presionaba a Nava Valencia sobre por qué no había revelado el nombre de García Luna como un funcionario corrupto, a quien líderes del narco le habrían pagado millones de dólares.
“Hay un nombre que nunca mencionó. ¿Sabe qué nombre”, insistió Miedel.
El abogado recordó a Nava Valencia: “Genaro García Luna: nunca lo mencionó antes del 2020”.
El cooperante justificó que los fiscales en ese entonces se enfocaron en otros líderes de cárteles y rutas de la droga, no en funcionarios, como el ex secretario de Seguridad Pública mexicano, quien está acusado de narcotráfico.
Más testigos “sensibles”
La defensa de García Luna, liderada por César de Castro, se quejó este lunes ante el juez Brian Cogan de que los fiscales hubiera llamado al cuarto cooperante sin avisar, como se tenía previamente acordado, con al menos 24 horas de antelación.
Entonces, De Castro dijo que los fiscales le habían proporcionado una lista de al menos 16 testigos para esta semana del juicio.
“Cuidado con lo que desea”, expresó el juez Cogan.
Sin embargo, el abogado defensor alegó que no había suficiente tiempo para revisar la información de esos testigos, sobre todo los “sensibles”, ya que en la lista había al menos cuatro por venir y cuyos archivos no habían sido compartidos.
El juez Cogan pidió a los fiscales facilitar la información a la defensa un día antes de llamar a los cooperantes “sensibles”.
Cabe recordar que los fiscales han insistido en que deben proteger la información y nombres de los testigos cooperantes, pues temen represalias o que los datos puedan ser revelados con antelación.
