MIAMI.- A pesar de los frecuentes ataques del expresidente Donald Trump al gobernador de Florida, Ron DeSantis, su rival en las primarias republicanas por la presidencia, el titular de Tallahassee se había mantenido al margen de la polémica sin responder directamente a los comentarios del exmandatario.

Eso cambió el martes en Iowa cuando DeSantis, después de su primer mitin oficial de campaña, habló con la prensa y mencionó de manera directa a Trump en referencia a su afirmación de que el manejo de la pandemia de COVID en Nueva York dio mejores resultados en comparación con los de Florida.

“Esa crítica es ridícula”, declaró DeSantis. “Pero es indicio de que el expresidente habría duplicado sus confinamientos”.

“Puedo contar en mi mano la cantidad de republicanos en este país que preferirían haber vivido en Nueva York bajo [el gobernador demócrata Andrew] Cuomo, que vivir en Florida, en nuestra zona de libertad”, acuñó.

El gobernador y candidato a la Casa Blanca también se refirió a la situación del apoyo que le brindó Trump para llegar a la gobernación en 2018, un tema recurrente que utiliza el expresidente para tildar de «desleal» a DeSantis.

“Creo que nuestros votantes están mirando esto y dicen, ‘sí’, ‘apreciamos lo que hizo’, pero también reconocemos que hay muchos votantes que nunca votarán por él”, dijo DeSantis a los periodistas.

A lo que sumó: “Conozco gente en Florida que votó en mi contra en el 2018 y a mi favor en el 2022. Dijeron que ‘en el 2018 pensé que te parecías demasiado a él y en el 2022 nos dimos cuenta de que eras tú mismo’”.

En opinión de DeSantis, los constantes ataques de Trump en su contra podrían ser contraproducentes para su contrincante en las primarias republicanas.

DeSantis también subrayó que jamás arremetió contra Trump públicamente cuando fue presidente.

“Cuando tuvimos desacuerdos, yo jamás lo ataque públicamente porque la prensa lo estaba golpeando, la izquierda, e incluso algunos republicanos. Y la colusión fue todo un montaje. Y lo trataron muy pero muy mal. Eso me molestó y, para ser francos, me sigue molestando», apuntilló.

“Así las cosas, yo jamás haría públicas aquellas desavenencias”, apuntó DeSantis. “Bueno, ahora él me está atacando por algunos de esos desacuerdos, pero me parece que por la manera como lo está haciendo, los electores me darán su apoyo”.

En su primera aparición en la campaña electoral como candidato declarado, DeSantis dijo a los votantes que prefería la sustancia a la “pelusa”, los “resultados a la superficialidad” y, sobre todo, que no era un “perdedor”, sin mencionar el nombre de Trump.

Durante sus comentarios, DeSantis se refirió a los “males sociales” que ha criticado como gobernador de Florida, y contra los que ha promovido una serie de medidas para contrarrestarlos.

“No podemos permitir que todas las instituciones importantes participen en paseos ideológicos”, dijo. “Tenemos que guiarnos por la realidad. El mérito debe triunfar sobre la política de identidad”, dijo.

Asimismo, prometió “exorcizar” al país de las “agendas ideológicas” y exigir una rendición de cuentas asociada con el manejo dado a la pandemia en el país.

El mitin del martes en la noche en la iglesia Eternity, en Clive, Iowa, es visto por algunos analistas como un guiño a los cristianos evangélicos que tienen una considerable influencia en las asambleas presidenciales republicanas en ese estado.