Nathan Wade, el fiscal principal en el caso de interferencia electoral de Georgia contra el expresidente Donald Trump y sus aliados, resolvió una disputa de divorcio el martes mediante un acuerdo preliminar.
El acuerdo alcanzado evitó que Wade tenga que declarar una audiencia programada para este miércoles que podría haber incluido testimonios sobre acusaciones de una relación inapropiada entre él y Fani Willis, la fiscal de distrito del condado de Fulton que dirige el proceso contra Donald Trump por interferencia en las elecciones de 2020 en Georgia.
Trump y un coacusado en el caso de interferencia electoral en Georgia han citado acusaciones de una relación romántica entre Wade y Willis en sus esfuerzos por lograr que se desestimen los cargos en su contra e incluso que se desestime completamente todo el caso.
Una orden firmada por Thompson indica que las partes han celebrado un “acuerdo temporal que aborda todas las cuestiones” y que las partes acordaron que los términos del acuerdo no se presentarán ante el tribunal, según NBC News.
Willis nombró a Wade para el puesto de fiscal especial en noviembre de 2021, mientras ella avanzaba en la investigación sobre la interferencia de Trump y sus aliados en las elecciones de 2020.
Las acusaciones contra Willis y Wade fueron planteadas en un expediente judicial de 127 páginas a principios de este mes por el exfuncionario de la campaña Trump 2020 Mike Roman, quien fue acusado de su papel en el complot de falsos electores en Georgia.
Willis y Wade no han respondido públicamente a las acusaciones.
El juez del Tribunal Superior del condado de Fulton, Scott McAfee, que preside el caso de interferencia electoral, fijó el 15 de febrero como fecha para una audiencia sobre las acusaciones y la moción de Roman de que Willis y Wade deberían ser descalificados para procesar el caso.
También se espera que la fiscal Fani Willis responda a las acusaciones por primera vez esta semana.
En agosto, un gran jurado del condado de Fulton acusó formalmente a Trump y a otras 18 personas. Se les acusa de participar en un plan de amplio alcance para intentar anular ilegalmente los resultados de las elecciones de 2020 en Georgia.
Cuatro personas ya se han declarado culpables tras llegar a acuerdos con los fiscales. Trump y los demás que quedan se han declarado no culpables.
