Ciudad de Guatemala, 16 junio (Diestra).- El Gobierno de Guatemala anunció este jueves un Plan Nacional de Emergencia de 6.743 millones de quetzales con el fin de mitigar los efectos generados por el conflicto Rusia-Ucrania y garantizar la seguridad alimentaria de la población.
Entre las 28 medidas específicas que contiene el plan, de acuerdo con el presidente del Banco de Guatemala (central), Sergio Recinos, se incluye la liberación de contingentes de importación de granos básicos.
Al respecto, el ministro de Economía, Janio Rosales, adelantó que se tiene previsto liberar la importación de un contingente de 100.000 toneladas métricas de maíz amarillo, 50.000 de maíz blanco, 65.000 de arroz y 5.000 de frijol negro.
Durante la presentación del plan en Casa Presidencial, el mandatario guatemalteco, Alejandro Giammattei, manifestó que la economía de su país, que ha tenido buen desempeño pese a la pandemia de la covid-19 y que ha sido bien calificadas por organismos internacionales, «ya se comienza a resentir por el conflicto».
El jefe de Estado advirtió que debido a la guerra entre Rusia y Ucrania habrá un menor crecimiento económico a nivel mundial, lo cual reducirá la Inversión Extranjera Directa (IED) en Guatemala, y posiblemente afecte el envío de remesas familiares.
Giammattei aseguró que el plan que pone en marcha su Gobierno es para «contrarrestar los efectos económicos que se deriven del conflicto bélico y prevenir el desabastecimiento de granos básicos».
Por su parte, Recinos manifestó que la guerra está generando impactos en el crecimiento económico y la inflación a nivel mundial, y citó el ejemplo de Estados Unidos, el principal socio comercial de Guatemala, donde llega a 8 por ciento. En su país la inflación se aceleró y es de 5,82 por ciento, dijo.
Aunque no se ha podido cuantificar el costo de los efectos causados por el conflicto, es necesario tomar medidas para paliar la crisis, sobre todo lo del exhorbitante aumento al petróleo y los alimentos, lo cual se traslada a la inflación, justificó.
También garantizar la seguridad alimentaria, generar confianza en los agentes económicos para impulsar la inversión y el empleo, y asegurar el financiamiento para continuar atendiendo la covid-19.
Aquí el plan:
