Donald Trump aterrizó el lunes por la tarde en Miami, Florida, antes de su aparición en un tribunal de la ciudad para escuchar los 37 cargos federales en su contra por el caso de los documentos clasificados hallados en su mansión de Mar-a-Lago que sacó deliberadamente de la Casa Blanca al término de su mandato.
Un grupo grande de simpatizantes con gorras MAGA y pancartas con leyendas de apoyo lo recibieron en el hotel Trump National Coral en Miami, donde pasó la noche.
De acuerdo con la policía local, las fuerzas del orden público anticipan la presencia de hasta 50,000 manifestantes mientras el expresidente aparece frente al fiscal especial Jack Smith.
Telemundo informó que tanto el FBI como el Departamento de Seguridad Nacional no tienen información de amenazas creíbles, por lo que se espera que no haya disturbios, pero de haberlos, la policía está preparada para detenerlos.
Sin embargo, se mantienen en alerta máxima ante cualquier eventualidad, sobre todo, después de que la excandidata a gobernadora Kari Lake dijo durante un mitin que tanto ella como cientos de seguidores de Trump están listos para defenderlo.
“La mayoría somos miembros de la Asociación Nacional del Rifle. No es una amenaza, es un anuncio de servicio público”, dijo Lake.
“Estamos preparados para lo que se nos viene encima”, dijo el alcalde de Miami Jade, Francis Suárez, al medio antes citado.
Y agregó “hemos visto cosas en las redes sociales y calculamos que puede haber desde 1,200 manifestantes hasta 50,000. Hay muchos factores que puede influir, como, por ejemplo, si llueve no. Sea lo que sea, sabremos manejarlo, como demostramos durante las manifestaciones que siguieron a lo de George Floyd”.
La cita de Trump está pautada para la tarde de este martes y será presidida por el juez federal de la ciudad John Goodman donde le leerán los 37 cargos de los que se le acusa por haber ordenado la salida de al menos 13,000 documentos clasificados de la Casa Blanca.
Trump enfrenta siete delitos federales que podrían acarrearle penas de hasta 400 años en prisión, pero se tiene previsto que se declare inocente de retener información sensible para la defensa nacional, así como de ocultar papeles a los investigadores federales y de falsedad, además de conspiración para obstruir a la justicia con su exchofer y ahora mano derecha, Walt Nauta.
Después de la comparecencia, se espera que el exmandatario regrese a Nueva Jersey y a las 20:15 aparezca en un acto privado que tenía programado con donantes.
