En la carta, Moody expresa su preocupación por los posibles efectos discriminatorios de las políticas de DEI en la compañía internacional de cafeterías, argumentando que estas podrían violar las leyes antidiscriminatorias de Florida.
Según la fiscal general, «muchas de estas políticas DEI que se han impulsado en las empresas estadounidenses y que estaban destinadas a abordar y prevenir la discriminación ahora están impulsando políticas, programas e iniciativas que en realidad pueden ser prácticas laborales ilegales y, de hecho, volverse discriminatorias en sí mismas».
Moody acusó a la empresa de tener políticas que “parecen discriminar por motivos de raza”.
Además, cita un reciente dictamen de la Corte Suprema de los Estados Unidos, en el que se establece que “la discriminación racial es odiosa en todos los contextos” y agrega que “esto se debe a que ‘degrada la dignidad y el valor de una persona ser juzgado por su ascendencia, en lugar de por su propio mérito y cualidades esenciales’”.
«Investigación completa»
Moody instó a la FHRC a iniciar una investigación completa y exhaustiva sobre esos señalamientos, incluyendo una revisión de los programas, políticas y prácticas de la compañía.
La FHRC tiene como objetivo hacer cumplir la Ley de Derechos Civiles de Florida y abordar cuestiones de discriminación en diversas áreas, no solo en el ámbito laboral.
La fiscal general Moody destacó un compromiso público de Starbucks por alcanzar la representación de personas BIPOC (Black, Indigenous, and People of Color) en un mínimo del 30% en todos los niveles corporativos, y del 40% en roles minoristas y de fabricación, para el año 2025.
Además, pone en contexto que las bonificaciones de los ejecutivos de Starbucks están «vinculadas» al logro de estos «objetivos de diversidad e inclusión», de acuerdo con la fiscal.
Starbucks aún no se ha pronunciado sobre las acusaciones de la fiscal general Moody.
La compañía ha defendido sus programas de DEI en el pasado, argumentando que están diseñados para promover la inclusión y la igualdad en el lugar de trabajo, en contraposición a lo que plantea Moody.
Sin embargo, las denuncias de discriminación y las preocupaciones de la fiscal general han puesto a Starbucks en el centro de una controversia sobre las prácticas de DEI en el estado de Florida.
Según la fiscal general, «muchas de estas políticas DEI que se han impulsado en las empresas estadounidenses y que estaban destinadas a abordar y prevenir la discriminación ahora están impulsando políticas, programas e iniciativas que en realidad pueden ser prácticas laborales ilegales y, de hecho, volverse discriminatorias en sí mismas».
Moody acusó a la empresa de tener políticas que “parecen discriminar por motivos de raza”.
Además, cita un reciente dictamen de la Corte Suprema de los Estados Unidos, en el que se establece que “la discriminación racial es odiosa en todos los contextos” y agrega que “esto se debe a que ‘degrada la dignidad y el valor de una persona ser juzgado por su ascendencia, en lugar de por su propio mérito y cualidades esenciales’”.
«Investigación completa»
Moody instó a la FHRC a iniciar una investigación completa y exhaustiva sobre esos señalamientos, incluyendo una revisión de los programas, políticas y prácticas de la compañía.
La FHRC tiene como objetivo hacer cumplir la Ley de Derechos Civiles de Florida y abordar cuestiones de discriminación en diversas áreas, no solo en el ámbito laboral.
La fiscal general Moody destacó un compromiso público de Starbucks por alcanzar la representación de personas BIPOC (Black, Indigenous, and People of Color) en un mínimo del 30% en todos los niveles corporativos, y del 40% en roles minoristas y de fabricación, para el año 2025.
Además, pone en contexto que las bonificaciones de los ejecutivos de Starbucks están «vinculadas» al logro de estos «objetivos de diversidad e inclusión», de acuerdo con la fiscal.
Starbucks aún no se ha pronunciado sobre las acusaciones de la fiscal general Moody.
La compañía ha defendido sus programas de DEI en el pasado, argumentando que están diseñados para promover la inclusión y la igualdad en el lugar de trabajo, en contraposición a lo que plantea Moody.
Sin embargo, las denuncias de discriminación y las preocupaciones de la fiscal general han puesto a Starbucks en el centro de una controversia sobre las prácticas de DEI en el estado de Florida.
