NUEVA YORK.- El senador demócrata de origen cubano Bob Menéndez, uno de los políticos con más poder en Washington, fue declarado culpable este martes de corrupción, fraude y de trabajar como agente para el gobierno de Egipto, confirmó el tribunal donde fue juzgado.

Senador desde 2006 y antes miembro de la Cámara de Representantes durante 14 años, Menéndez fue un feroz opositor de la normalización de las relaciones con Cuba, un acérrimo enemigo de Venezuela y China, y un firme defensor de Israel.

Según la fiscalía, el senador por Nueva Jersey, de 70 años, utilizó supuestamente su poder e influencia cuando era presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado para ayudar, junto a su esposa Nadine Arslanian, a los empresarios Wael Hana, Fred Daibes y José Uribe, a cambio de sobornos.

Los otros dos coacusados, Hana y Daibes, fueron también condenados por soborno.

El total de los cargos combinados conlleva una pena máxima potencial de 222, 85 y 100 años de prisión, respectivamente, para cada acusado, según el tribunal.

El juez del caso Sidney H. Stein todavía debe dar a conocer la sentencia que les impondrá.

Tras dimitir como presidente de la poderosa Comisión de Relaciones Exteriores cuando estalló el caso en octubre del año pasado, ahora el jefe de la mayoría demócrata en el Senado, su correligionario Chuck Schumer, le pidió que renuncie a su escaño.

«A la luz del fallo de culpabilidad, el senador Menéndez debe hacer lo correcto, con sus electores, el Senado y nuestro país, y dimitir», dijo Schumer en una breve declaración.

El caso

La policía halló durante un allanamiento del domicilio familiar de Menéndez en 2022 unos 480.000 dólares en metálico escondidos entre ropa y zapatos y en una caja fuerte, así como 13 lingotes de oro valorados en 150.000 dólares, además de un auto Mercedes Benz.

Este hallazgo fue el pilar del juicio que ha sentado al senador, Hana y Daibes, empresarios de Nueva Jersey, en el banquillo del tribunal del distrito sur de Manhattan durante dos meses.

Un tercer implicado, José Uribe, se declaró culpable antes del juicio y colaboró con la fiscalía contra el senador y su esposa, que debido a un cáncer de mama no pudo ser enjuiciada.

La fiscalía acusó a Menéndez de «poner su poder en venta» entre 2018 y 2022.

Más de 30 testigos desfilaron por el juicio; decenas de mensajes de texto fueron algunas de las pruebas que presentó la fiscalía de un «esquema de corrupción a gran escala».

Sobre el senador pesaban 16 de los 18 cargos contra los integrantes de la trama.

Además de intentar interceder ante la justicia para paralizar procesos judiciales contra Daibes y Uribe, el senador también habría ayudado al primero, viejo amigo y exitoso promotor inmobiliario, a invertir en un fondo vinculado con Catar.

FUENTE: AFP.