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viernes, abril 26, 2024

Guatemala se coloca de nuevo como el segundo país con la mayor crisis alimentaria de la región

elportal24.com/Foto archivo SESAN

El sexto Informe Mundial sobre Crisis Alimentarias detalla que Guatemala se mantiene como el segundo país con mayor riesgo alimentario de  Latinoamérica y el Caribe, por el número de personas en crisis o en peores condiciones con 2.5 millones en este estrato durante 2022.

El documento es parte de la Red Mundial contra las Crisis Alimentarias, una alianza internacional de las Naciones Unidas, la Unión Europea (UE), organismos gubernamentales y no gubernamentales.

Guatemala está por debajo de Haití, que ocupa el primer puesto con 3.2 millones de habitantes en crisis alimentaria. Después del país se encuentra Honduras con 2.3 millones de personas, le sigue El Salvador y por último Nicaragua. Las cuatro naciones junto a Haití representan el mayor peligro de inseguridad alimentaria aguda en Latinoamérica.

El documento enfatiza que más del 23 por ciento de la población analizada se encontraba en crisis alimentaria; de ellos, el tres por ciento permanece en una situación de emergencia y el 20 por ciento en crisis.

Esta no es la primera vez que Guatemala se reporta en la segunda posición con el mayor número de personas en inseguridad alimentaria. En 2021, la Red Mundial contra las Crisis Alimentarias también colocó al país en este puesto.

Los departamentos más afectados con la crisis alimentaria que atraviesa el país son: Quiché, Huehuetenango, Alta Verapaz, Izabal, Zacapa, El Progreso, Chiquimula, Jutiapa y Santa Rosa. La mayoría de departamentos que reportan un alto número de personas en crisis alimentaria se ubican en la región del Corredor Seco, la cual es muy vulnerable a sequías y carece de programas efectivos de seguridad alimentaria.

El informe detalla que Guatemala se vio afectada por los aumentos sostenidos en el precio de los alimentos y combustibles durante  2021, y estos contribuyeron a las cifras de inseguridad alimentaria aguda a principios de 2022. Se prevé que se continúe erosionando el poder adquisitivo de los hogares pobres.

Se añade que familias agrícolas de infra y subsistencia, con pérdidas de ingresos por los daños de las tormentas Eta y Iota en 2020, los pequeños comerciantes informales y jornaleros agrícolas afectados por la pandemia de COVID-19, son los más vulnerables.

Según el informe, la combinación de las tormentas afecta a la región que ya sufría los efectos de la pandemia y la crisis migratoria.

A pesar del aumento en el envío de remesas y el inicio de la recuperación económica, los hogares pobres y muy pobres resintieron la falta de oportunidades laborales, el incremento en los precios de la alimentación y en el transporte; en 2021 se detectó que los alimentos básicos presentaron un incremento de entre 10 y 20 por ciento sobre el promedio del costo en los últimos cinco años.

A la crisis de la pandemia y la pérdida de ingresos se suman factores como el aumento de los precios de la canasta básica de alimentos y el agotamiento de las reservas de granos básicos, principalmente en las zonas rurales del país.

Alimentos menos costosos

En ocho de cada 10 familias, la alimentación de los miembros del grupo se basa en productos menos costosos, y en más de la mitad de la población se limitan las porciones de comida, según el reporte sobre la descripción general de las necesidades humanitarias publicado en julio de 2021.

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