MIAMI.- En menos de una semana, las autoridades reportaron que un segundo recluso logró burlar los controles y escapó con rumbo desconocido, cuando se encontraba en un centro penitenciario del sur de la Florida.

El Departamento de Policía de Miami-Dade identificó al reo como Joshua Thompson, quien cumplía una condena de seis años por diferentes delitos.

Thompson había estado en prisión desde el 2 de agosto de 2021, después de haber sido sentenciado por crímenes cometidos en 2017, de acuerdo con los registros oficiales.

La lista de condenas proferidas contra Thompson incluye robos, hurto mayor, tráfico de propiedad robada y travesuras criminales. Ahora se encuentra prófugo.

El prisionero se hallaba en un centro carcelario situado en la ciudad de Doral. Oficiales de policía, perros y un helicóptero no fueron suficientes para detener al hombre en su huida.

La fuga de Thompson se suma a la de Jeremiah Garza, de 32 años, quien logró alcanzar la calle la semana pasada cuando se encontraba en el Hospital Estatal del Sur de Florida, ubicado en Pembroke Pines, en el condado Broward.

Los investigadores describieron a Garza como un hombre que mide 5 pies 9 pulgadas y tiene cabello oscuro hasta los hombros. Vestía una camisa a rayas rojas y negras, pantalones de camuflaje y un abrigo de color marrón.

Las autoridades pidieron a los residentes no acercarse a Garza, debido a un trastorno de bipolaridad y esquizofrenia que padece el prófugo, por lo que podría ser peligroso.

Estos dos casos de fuga de presos ponen a pensar a la comunidad, y a preguntarse: “¿Qué está pasando con los controles de las autoridades carcelarias?».

En ambos incidentes, las autoridades penitenciarias y policiales no han explicado las causas que permitieron la fuga de estos prisioneros.