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viernes, abril 26, 2024

¡México lindo y qué rico! La historia de éxito de una migrante mexicana en Anaheim

Marina Gutiérrez Pineda vino a Estados Unidos hace 23 años en busca de una vida mejor, sin imaginar que en este país, encontraría su vocación en la preparación y venta de comida.

Desde 2008, esta incansable mexicana, es dueña de su propio restaurante México lindo y qué rico, en la ciudad de Anaheim, California, un negocio que dice, nunca soñó tener, pero que le cayó del cielo, y a través del cual, da empleo a 15 familias.

“Vine a este país como todo ser humano, por la necesidad de lograr el sueño americano, de salir adelante, y tener una vida más digna”, dice.

Y llegó con su esposo Sixto Romero Pliego y toda su familia. “Ya se había venido uno de mis 4 hijos, y aquí tengo 8 hermanos que me apoyaron para lograr lo que he conseguido en este país”.

Marina Gutiérrez Pineda junto a su nonagenaria madre Antonia Pineda. (Araceli Martínez/La Opinión)

Marina es de Altamirano, Guerrero, México.

“En México fui estilista por 30 años, pero como llegamos aquí en febrero, cerca del Día del Amor, mi esposo y yo nos pusimos a vender flores en las esquinas de las calles. Andábamos de arriba para abajo vendiendo”.

Después se puso a cortar el pelo casa por casa hasta que su hermana Lauteria la invitó a vender comida a una feria en el parque La Palma de Anaheim.

“Me gustó y le fui agarrando el sabor hasta que me di cuenta que la comida era mi ramo y mi fuerte, justo lo que yo necesitaba”.

Así fue como Marina empezó a vender comida en ferias y festivales.

“Lo que pasó después es que entré a este lugar a comprar una birria; y me dice el dueño, que si no me quedaba con este restaurante. Necesitaba venderlo porque tenía una emergencia, yo le dije que no contaba con dinero para comprárselo”.

El propietario le respondió que le daría las mejores facilidades de pago y le suplicó que se quedara con el restaurante.

“De momento, pensé que era una broma, pero cuando ya vi que iba en serio, le dije que me dejara hablar con mis hijos, y se llevó a cabo la venta. Yo vi eso como que Dios pone las cosas en el camino de cada persona que confía en él, que tiene fe y esperanza de salir adelante”.

¿Por qué le puso México lindo y qué rico?

“Por mi país, hermoso y divino. Amo México con todo mi corazón, pero me da tristeza que sus gobernantes no nos den la oportunidad de salir adelante, de tener lo que Estados Unidos sí nos brinda.

“Por eso muchos hermanos mexicanos y del mundo entero vienen aquí; y muchas veces dejan la vida en el camino por alcanzar este sueño americano”.

Marina Gutiérrez Pineda muestra el retrato de su padre en su restaurante México lindo y qué rico. (Araceli Martínez/La Opinión).

Marina dice que para ella el sueño americano es tener la vida con la que soñaba en México.

“Este país le da a uno lo que quiere tener, si trabaja duro”

¿Qué le ha dado a Estados Unidos?

“Me ha dado sobre todo la salud y el bienestar de todos mis hijos. Me hace muy feliz verlos realizados como padre e hijos. Aparte me ha dado paz y estabilidad económica y emocional para mí, para mis hijos y para mi madre Antonia Pineda Cruz que tiene 90 años”.

En general, sostiene que EE UU le ha dado lo que siempre soñó: “la vida digna y estable, que todo el mundo quisiera tener”.

En México, dedicó tres décadas de su vida a cortar el pelo, sufriendo dolores de espalda terribles.

“Por más que me esforzaba nunca pude tener nada, más que el sustento diario. Ahora este país, me da la oportunidad de tener papeles migratorios; y un restaurante que en mi vida soñé tener y que me cayó del cielo”.

Marina Pineda ayuda en la preparación de los alimentos. (Araceli Martínez/La Opinión)

¿Cuál es la especialidad de México lindo y qué rico?

“Las quesadillas, los mariscos, el pozole. Los jueves vamos a iniciar un pozole rojo, verde y blanco como la bandera de México, con sus taquitos dorados, con su aguacate, y su chicharrón. Tenemos muchos platillos muy ricos como la cecina de Yecapixtla, Morelos, la barbacoa de Texcoco y la birria de Guerrero”.

Marina dice que ella solo le pide a Dios que le siga dando energía para salir adelante y atender a su madre que aunque está sana, necesita de cuidados por su avanzada edad.

Y es una mujer imparable, que lo mismo se le ve en los diferentes festivales con puestos de comida como el festival Chapin, el festival salvadoreño, el de las fiestas patrias mexicanas, que llevando a regalar comida a las personas sin hogar del este de Los Ángeles.

“Solo le pido a Dios que me dé tiempo para todo”.

Marina Gutiérrez Pineda ha trabajado incansablemente por su restante México lindo y qué rico. (Araceli Martínez/La Opinión)

A dos décadas de haber emigrado a Estados Unidos, confiesa que se siente muy orgullosa de su familia, de la salud de su madre y de todos sus hijos.

“No sé lo que es un problema de hijos. Mi esposo y yo siempre andamos luchando y trabajando juntos. Somos equipo, y es un placer y orgullo latino tener este negocio”.

En el Mes de la Hispanidad, Marina pide a los latinos ponerse las pilas y emprender para que este país se sienta orgulloso de la gente latina.

“Nosotros los latinos somos los pilares de Estados Unidos. Somos una pieza muy importante. Estamos aquí para triunfar y apoyar a este país, como él nos apoya a nosotros. Habemos gente de todo el mundo, y para todos hay. Estados Unidos nos agarra, nos acoge y nos auxilia en los momentos más difíciles. Amo a este país, porque me ha dado muchas cosas mientras mi familia sigue creciendo”.

Marina Pineda posa junto a su retrato pintado en su restaurante México lindo y qué rico. (Araceli Martínez/La Opinión)

Pero esta inmigrante mexicana por más que ame a la patria que le dio el sueño americano, nunca olvida sus raíces.

“Ser mexicana es lo máximo. No cambiaría mi país por nada; y me siento tan orgullosa cuando tocan el himno nacional de nuestro México en las fiestas del 15 de septiembre”.

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